Parece los rumores no son tan falsos.

*no diría tampoco mas, su figura se desvanecia lentamente*

Sonrió. Cualquiera pensaría que el contrario habría contado algo gracioso, sin embargo para el rey, fue una clara muestra de alivio al interpretar la respuesta del visitante.

—Su luz.

Dándole la espalda al oscuro, el rey volvió a su trono para descansar, pretendiendo poner fin a la reunión.

Oh querido rey, eso sin duda fue divertido, eso tendrá que averiguarlo por su cuenta, pudo ser cualquiera de las opciones que mencioné.

*claramente ya trataba de hacerlo enojar tan solo un poco*

—¿Y Nahiara?

Fue directo, sin tardanza. Tratándose de la situación de su hija, ya no había mucha paciencia que pudiera mostrar.

Una joven como menciona.

*reprime la risa, pero mantenía la sonrisa intacta, cuando el rey de Asernova se colocaba detrás, en la armadura negra se parecían abrir un tipo de ojos de color negro con el iris rojo, sabia que no era bueno descuidarse con el gobernante a pesar de ser incorporeo*

Precisamente su pureza, la luz interior que pueda llegar a tener, en casos extremos su alma o sus cuerpos mismos.

—Sacrificios.

Con las manos tras la espalda, el rey exploró alrededor de la presencia. Era como estar y no estar, sino como si hablara con el mismo aire.

—Por ejemplo ¿Qué sacrificio podría ofrecer una joven manceba para que el alabado Tenebris le otorgue los beneficios que trae su corrupción?

Podría confesar que no solo en su reino, si no en gran parte del mundo humano y el reino dragón en distintas épocas.

*hablaba con total confianza y despreocupación, cruzando sus brazos y mostrando una ligera sonrisa ante el rey*

Algunos alaban mi ser por completo aunque para usted pueda sonar descabellado, entregando por así decirlo grandes sacrificios.

—Debo responder con total sinceridad, que me alegra.


Levántose el monarca del trono, caminando lejos de este para acercarse a la presencia que le había visitado aquella noche.

—Y mi alegría radica, precisamente, al contarme entre el grupo de los primeros, ya que no podría imaginar quienes podrían pertenecer a los segundos, pues ya bastante descontrol ha hecho usted en mi reino y mi familia.

No del todo, pero no hay cosa que pase que no sea de mi conocimiento, aún así no tiene de que preocuparse, en este momento soy por así decirlo casi "inofensivo".

*hacia una seña con la mano restando importancia a que de verdad no podía hacer nada en contra de nadie en la familia de Ezarel o le iría mal, estaba bastante limitado para su gusto*

Y si, yo soy aquel a quien algunos odian y otros aprecian, Tenebris

La presencia desconocida sacaría de su sopor al rey que volvió su débil mirar a quien le hablaba. A su alrededor, no habría otra presencia, dado que el mismo Axl los había dispensado de su guardia.

—Aún no del todo. Asumo que la noticia de mi despertar ya ha llegado a todos los rincones de Serova.

La protección que Ezarel había puesto sobre su cuerpo, parecía repeler la presencia ajena, despertando en el monarca una silenciosa señal de alerta.

— Debo suponer que usted es a quien llaman Tenebris.