— Ha pasado tanto tiempo y te ves mejor que nunca. —

El viento nocturno jugó ligeramente con sus cortos cabellos, jamás pensó que ese momento llegaría tan pronto, de ser sincera hubiese deseado no tener que regresar. Le inspeccionó de pies a cabeza, una sonrisa decoraba sus facciones con ese aire de travesura que desde que era una niña tenía. Se acercaba paso por paso iluminando su silueta de las sombras que creaban las copas de los árboles.

— Odio tener que llegar tan de repente, hubiese preferido aparecer en un momento más tenso. Es más divertido, ¿no crees?