━ Por supuesto, ¿quién no querría tener a tan bella compañía siempre?
Y no piensa negar sus gustos, son ya bastante obvios a ese punto, mas la idea de que incluso jugaran en ese estado era agradable, adoraba como respondía a cualquier insinuación suya.
Observó con cierta gracia en su tono de voz, y no dijo nada en contra. La azabache estaba acostumbrandose a seguirle el juego a Akame, le divertía y encantaba cada reacción suya.
La risa de Aura era encantadora a sus oídos. Pese a no tener contacto con sus labios, no se alejaba, por el contrario, permaneció serena en su cercanía h ese mismo sonreír.
━ Oh, eso no será problema. Los domingos te voy a secuestrar a cualquier otro lugar.
Si la pelirroja reía, en consecuencia Aura también dejaba oír una risita suave y cómplice en medio del beso. Abrió sus ojos al separarse levemente y le sonríe de medio lado.
No se negó a corresponder, una vez más embriagando su paladar con ese único dulce que tan mal la podría dejar. Cada suave roce en ese beso era suficiente para dar una breve risa en medio de tan agradable unión, unos labios de los que no se cansaría de probar.
— Qué bueno. Espero que seas una jefa atenta y benévola...
Retiró el pulgar, cediendo a su propia necesidad de besarla nuevamente. Su voluntad era dudosa cuando se trataba de resistirse a Akame, por ello ya estaba uniéndose a ella en un beso suave.
Parecieron segundos casi eternos, era un sabor encantador que fácilmente la embriagó con su dulzor. Había reído, no había otra forma de expresar su satisfacción, incluso el breve tacto de ese dedo resultaba la cereza del pastel.
Qué suaves eran esos labios. Aura podía permanecer largos segundos disfrutando del beso y esa esencia hasta separarse breve, sonriendo por el lindo resultado en la boca de Akame. Con cuidado usa el pulgar para acariciar el labio inferior de la mayor, sonrojandose en el proceso.
— Ya puedo decir que trabajo para ti ahora, ¿no? ~
