Eres libre, ahora que no tienes secretos lo eres. Ya no debes ocultar tú piel, tú imperfección, tú dolor, tus matices... Incluso ese dolor, el llanto y la risa son parte escencial de tú vida. Eso eres tú. Un Asmita, ese nombre, esa palabra, que simboliza el principio de todo.
— Solo vengo para verte, pero tú eres bienvenido en Kanon para estar conmigo siempre que lo desees — Es una invitación para que no lo extrañe demasiado. También quiere ver a Asmita y lo extraña
──Por supuesto que no. Aparte, siempre estás afuera o cuidándo kanon. Por obvias razones valoro mucho tú presencia y el tiempo que me regalas.- A veces incluso lo extraña.
— Lo eres sin duda. Me gusta de Asmita que sea Agraciado. Valiente. Honesto. Gruñón. Bromista. Osado. Controlador. Coqueto. Tus inseguridades y miedos. Físicamente tus pestañas largas y de tacto terso. Tus hebras rubias como el trigo. Tú sonrisa..Tu aroma..Tus berrinches..Amo cada cosa de ti —
