« Back to Album · Next »
─ ¡Papá! Debemos aprender a preparar estás manzanas de caramelo, así podríamos comer todo el día juntos, mientras me enseñas a manejar la magia...¿No te gustaría ? En esta hasta se ve nuestro reflejo ─ miró a su papá, esbozando una gran sonrisa, mientras lo veía hacia arriba, comparado con ella, él parecía mucho más alto de lo que en realidad era . Para Astrid era el hombre más poderoso y fuerte de todo el universo, su héroe.
 
Newest First | Oldest First
En cada giró, imaginaba a su padre como un orgulloso wurm, desatando un infierno sobre los enemigos del continente. Pensaba en la envidia que seguramente todos en la familia tenían de él, el hombre más poderoso del universo. En esos giros ella agitaba su manzana, de pronto papá había ganado la batalla y el monstruo había muerto (?). Suspiró agitada, mientras con calma se sentaba sobre él .─ ¡Sí! La mejor maga, como tú, papá, ¿Verdad que me vas a enseñar? ─ cuestionó mientras ladeaba su cabeza, para que la peinara, era algo que su mamá jamás hacía, a excepción de con Adam, pero a ella no le afectaba porque tenía el amor de su papá y ese bastaba para regocijarse en su corazón por mil eternidades.
-Con la niña sobre su espalda, escuchando con orgullo sus tiernas palabras de aprecio, comenzó a correr hacia donde ella le indicaba, dando algunos saltos y giros para que el juego fuera más entretenido, pero siempre cuidando de sostenerla bien, aferrando sus piernas. Cuando consideró que ya era mucho, se detuvo, se sentó y sentó a la pequeña sobre uno de sus muslos- ¿Así que quieres ser una maga? -Preguntó, acomodándole algunos cabellos, como si la peinara con los dedos de sus manos, como algunas veces había hecho con Sigrid-
¿Enfermaría por comer esas delicias? Parpadeó varias veces y negó internamente, pero jamás iba a contradecir a su héroe. Alzó la vista a su papá, ahora lo tenía más cerca y ambos miraron el reflejo que el caramelo emitía de ambos. Astrid no tardó en girar su rostro y plantar un pequeño beso en la mejilla de papá. ─¡Sí, quiero subir! Así podemos jugar a que tú me salvaste del monstruo y me llevas volando ─ extendió sus manos para poder alcanzar la espalda ajena, subió y pasó sus manos alrededor del cuello de papá, aferrándose con fuerza y cariño a él. ─ Vamos, súper Indra, por allá se fue la bestia de dos cabezas ─ intentó hacer su voz infantil ligeramente más gruesa, y con su manzana apuntaba hacia las afueras del castillo. ─No temas, yo te ayudaré con mi báculo mágico─ sacudió su manzana, ella había visto el de papá, y amaba las manzanas de caramelo, porque parecía un báculo mágico. Estaba tan emocionada en jugar con él, que pasó por alto que le enseñaría a preparar esa fruta confitad
—No puedes comer manzanas confitadas todos los días, Astrid, te puedes enfermar.—Le respondió con una sonrisa, deteniendo su andar y agachándose para quedar a la altura de la niña. Su sonrisa se acentuó al notar que efectivamente ambos se reflejaban en esa manzana dulce —Te enseñaré a prepararlas, no es difícil. —Le acarició los lindos y suaves cabellos blancos, para después girarse un poco y ofrecerle su espalda. —¿Quieres que te cargue, a caballo? —Así como para la niña, él era el hombre más grandioso del mundo, para Indra ella era a quien más amaba en la vida, la personita capaz de sacar lo mejor de él y hacerlo olvidar incluso la envidia.

Add a comment...
 
Send Comment