- ¿Ahhh? ...¿Pr-rre-ñad-ña-da? N-No... -Negó de un lado a otro, quedando abierta de piernas y sin poder evitar gemir como la pequeña puta en la que se ha convertido.- -Ahhhh... ahhhhh. -Se movía acordé a esas embestidas, colocando sus propias manos sobre las ajenas que tocan sus pequeños pechos.-
- AHHHHHH... AhhhhhHhhhhhh!!! -Arqueó su esbelta espalda justamente cuando su clítoris estaba más endurecido por el constante roce de aquella verga, a su vez, pronto dejó escapar una gran cantidad de cálido fluido de su vagina, mismo que ayudó a esa colosal verga adentrarse más.- -Quiero... T-tu ... Verga.

-A pesar de las continuas negaciones, hacía caso omiso a sus palabras y frotaba con cierto descaro su clítoris e incluso hacía suave presión, se lo estimulaba de la mejor forma posible para que ella se retorciera del placer, no sólo por tener esa enorme verga taladrando su útero, sino también de todos los estímulos que está recibiendo.-

T-Tomoko...chan...~ Espero te prepares para cuando me corra dentro de ti porque te voy a dejar preñada.~

-Incierto es, si es un día bueno o malo, pero el morbo de decirlo le provocaba una tremenda excitación que se ve reflejado en la forma tan salvaje que ahora sus caderas se mueven, el glande golpeteaba el útero que hasta parecía querer partirla por la mitad, ese pequeño cuerpo está recibiendo una verga que fácilmente le está revolviendo todo por dentro. La mano libre seguía tocándole esos pequeños pechos, jugando con sus pezones para mantenerlos duritos.-

-Su esbelta figura se arqueó ante esa caricia a su clítoris que poco a poco iba endureciendose.- - A-ahhhhhh... N-no, a-ahí no... -Decía estando ahora penetrada y con esa mezcla de fluidos que sirven como lubricante para desplazar el dedo del joven a lo largo de la suave y virginal intimidad de la pequeña pelinegra.-

-Pese al ritmo de las embestidas, Tomoko podía soportar todo aquello que el muchacho le ofrece, incluso prontamente iba a tolerar aquella enorme y obscena cantidad de semen que se depositaría dentro de su esbelto vientre y útero.-

-Tenía una sonrisa divertida al poder apreciar claramente su verga marcando la pelvis y parte del vientre ajeno. Había llegado tan fácil al útero y eso que ni siquiera lo ha metido todo, faltaba poco menos de la mitad, sin embargo eso no lo detenía a que en cada embestida llegara siempre hasta lo más profundo del ser de la más pequeña.

Pero la emoción lo consumía cada vez más, especialmente al ver como ella se abría los labios vaginales para exponer su clítoris. El rosita no dudó ni un segundo para llevar su pulgar a acariciarlo y estimularlo con tal de que ella sintiera un máximo placer sin descuidar que conforme pasaba el tiempo, el vaivén de la cadera aumentaba cada vez más. Estaba siendo bastante brusco a pesar de que recientemente la ha desvirgado.-

T-Tomoko-chan... eres tan putita... eres mi putita.~ <3

-De inmediato, arqueó su cuerpo mientras su esbelto vientre se veía deforme por aquel enorme miembro que taladra hasta lo más profundo de su útero, denotandose aquel bulto que se mueve dentro de ella.- -A-ahhhh... -Apenas podía hablar, escuchándose ese obsceno sonido entre la mezcla del preseminal y la notoria línea carmín que emerge de su estrecha vagina, cuya vista está solamente para aquel joven. Tomoko aproximó sus dedos a la altura de su vagina, abriendo más sus labios dejando al descubierto ese clítoris que iba endureciendose.-

-Indudablemente fue así. Después de frotar su carne contra ella se retiró un poquito para tener espacio y así retirarle las braguitas dejando expuesto el coñito ajeno, se veía tan pequeño y estrecho, sin duda disfrutará desvirgarla. Acomodó el hinchado glande de su gorda verga entre los labios vaginales para entonces ir empujando y así metérselo, adueñarse de su virginidad.-

Una vez mi enorme verga esté dentro de ti, serás mi putita.~

-Y mientras se la seguía metiendo, buscó quitarle la camisa escolar para dejarla completamente desnuda, siendo ella la única en ese estado. A pesar del poco pecho que ella tiene, no dudó en tocarle sus pezoncitos y jugar con ellos.-

- Ah-... Ahhhhh... -Movió su delgada cadera sintiendo ese roce que paulatinamente le iba excitando, pudiéndose notar que entre la delgada tela de su ropa íntima, se iba notando una sensación húmeda.- - ¿Ésto es perder la virginidad? -Replico apenas audible y con esa timidez extrema, sin embargo, apenas pudo notar que algo más se iba a ejecutar.-

- ¿Ahhh? Y-Yo... -El deslizar de las manos ajenas se llevó a cabo, posiblemente ése peculiar joven de larga verga le iba a retirar la ropa íntima, y posteriormente, dejarla abierta de puertas en esa posición embarazosa.-

-Sonrió con cierta satisfacción, ni siquiera se lo tuvo que pedir y la más pequeña ya se declaraba su puta o por lo menos lo proponía. No cabía más duda que la pelinegra era toda una pervertida. Sin embargo, lo que más lo entusiasmó fue el hecho de poder desvirgarla. Un cuerpo pequeño contra una gran polla... Hay que ver como termina esto.-

Claro, te haré mi putita y serás mía, voy a convertirte en mi depósito de semen personal Tomoko-chan.~

-Con mucha habilidad, desabrochó y bajó la cremallera de la falda escolar ajena para que se deslizara por sus piernas y cayera al suelo dejándola en ropa interior, entonces la lleva al escritorio del profesor donde la sienta y le abre las piernas para acomodar su carne contra su coño y frotarlo así, a pesar de ella tener todavía las bragas puestas. Sólo quería que viera que va en serio, además de estimularla.-

-Sentía estremecerse a lo largo de su esbelta espalda, además de un gélido y peculiar escalofrío hasta su pequeña medula espinal.- - ¿Podré ser tuya? ¿Tu puta? -Volteó de reojo con aquella extrema timidez.- Y-Yo... Quisiera sentir tu verga y perder la virginidad.

-Soltó un suave suspiro placentero al sentir el tacto de la más pequeña. El tacto se sentía bastante bien aunque quizá lo un poco torpe que es, delataba que probablemente ella es virgen e inexperta, pero al mismo tiempo acceder a tocarlo tan fácilmente le decía que la más pequeña es una completa pervertida. Sacando provecho de eso llevó una mano hacia las nalgas ajenas para darle un apretón con descaro, así mismo aprovechó la cercanía para susurrarle al oído-

¿Te gustaría tenerla dentro? Imagínate esta carne en ti, abriéndote toda... Me aseguraré de que lo sientas rico... Tomoko-chan.~

-Después de susurrar le dio un suave mordisquito al borde de su oreja con los labios.-