Fue inevitable que Assassin soltara una muy ligera risa pues era cómica la situación a la que había conducido a su Master, aún así admiró su ¿voluntad? Para quedarse quieto. – Tan obediente. No tuve que pedirte cerraras tus ojos. – Su voz fue dulce pero, no tanto como el Pocky. Su diestra tomó con suavidad su mentón y sin más ejerció un poco de presión - la necesaria - para partir en dos el Pocky.

– Algo así solo lo haría con el hombre a quien amo.

El Master se encontraba completamente nervioso, ni siquiera sabia como había llegado a esa situación... Pero no se tiraría para atrás, ¿O si? Negó con la cabeza mientras Assasin tomaba el Pocky, cerrando los ojos después, justo cuando sintió el dulce en su boca, sobre la cual lo mantuvo.
— S-shh... Solo hago lo que me pides... —

@Gᴜᴅᴀᴏ ﻬ: El rostro de la Reina de Alejandría estaba tan peligrosamente cerca del de su Master, que mejor forma de celebrar que compartiendo un dulce... Un movimiento rápido le bastó para tomar un pocky de la cajita y dejarlo en la boca de pelinegro. – Ara, Master ¿Por qué has tomado ese color? ~

@Jack The-Ripper: – Es un dulce muy rico. ¿Quieres probar?

¿Qué es eso?

— A-aaah... (?) —