El guardaespaldas que le había dado la bienvenida a Siohban se detuvo ante una puerta que habría abierto, que pasaba por detrás de aquel edificio y sin duda le permitía un vistazo a ambos Siobhan y Carter de aquel hermoso club lleno de excesos. Luces neones por todas partes, siete habitaciones temáticas de cada uno de los pecados, y claro en el balcón se notaba la figura de su dueño cual silueta. Carter fue detenido, y entonces una chica con aspecto frágil y frío se acercó a la fémina de pálidos cabellos susurrando. —Solo uno puede entrar.
Dijo con absoluta calma, mientras la horrible bestia comenzó a acercarse entre callejones, una y otra vez, paso por paso, se hacía presente listo para acercarse al club, donde sin duda había un gentío listo para entrar a la fiesta, si esa bestia se acercaba a ellos sería una masacre peor, y sin duda alguna cubrir aquello sería terrible, era un gambito arriesgado, un peligroso juego.
Sin embargo antes del callejón que llevaba a la entrada del club aquella sombra se movió hacia la derecha alejándose del mismo, luego se vio una sombra más, luego otra, esto hizo que el vampiro se viese completamente confuso, aún más en aquel estado mental, y esa forma bestial.
— Ese vampiro no está sólo drogado, sospecho que ha sido influenciado por algo más, pero... no hay tiempo de indagar ahora mismo. — (...)
