Apaga la luz y quítate la ropa, se que a ti te gusta y solo callate la boca. Te gusta cuando jalo de tu cabello y que te lo haga desde en una mesa hasta en el suelo. Recuestate en mi pecho y hagamoslo hasta que el techo de la habitación colapse, que las paredes tiemblen y tiemblen, después de todo que no nos importen lo que los demás piensen.