—El último en sentanser fue Asmodeo, sacando nuevamente su pequeña libreta de su pecho colocándola sobre la mesa, viendo varios de los apuntes que había tomado a lo largo del tiempo—

—En efecto... El humano actualmente solo busca saciar sus placeres, no les importa a quien confíen su alma... Solo les importarse sentirse bien consigo mismo.

—Cruzó sus piernas bajo la mesa y simplemente comenzó a escribir en su pequeña libreta, debe tener todo escrito para informar a los otros cuando lleguen —

—Teniendo a lucifer ahora despierta quizás es momento de tomar algún perro de Dios y enviárselo bien cortadito para darle un mensaje bastante sencillo "Vamos por ti"

Pasivo y sin ningún aire de ambición al parecer, fue así como aquel se aproximó a la mesa de reuniones hasta tomar asiento. Contrasta a bastante del resto, sin embargo, sabía bien su trabajo. Su lugar residía algo lejos del resto, debido a ser el séptimo príncipe infernal y en jerarquía.

— Incluso buscan pactar para tener resultados más sencillos de tener... Dinero, joyas, el amor se una dama, todo lo quieren fácil y rápido, no hay mejor tiempo que este. Incluso los jóvenes nos buscan ciegamente...

Apoyo su mentón sobre su diestra, cuyo codo se recargó sobre la mesa en una postura muy típica de él. Se dedicó a comer un frasco de aceitunas que había hecho aparecer, una botana casual para evitar quedarse dormido.

*elegante, autoritaria y poderosa como era de esperarse, el aspecto dulce de aquel ser llamado Lucifer buscaría su lugar frente a Leviathán, donde solamente apoyaría la diestra en la silla y asi mismo el mentón sobre la misma, para observar aquello.

Recién había despertado aun así sus legiones seguían siendo leales a este ser poderoso, mas su atención se desvía al comentario de su hermana sobre usarle como carnada*

Solo porque puedo lograr que hasta lo más sagrado venga a nosotros? o porque tengo una apariencia “angelical” y logre ver como Eva cayó en un principio...?

*Mencionaba como algo entretenido para sus recuerdos, después de todo fue el incio de todo*

Tomó asiento en una de las cabeceras de la mesa. Cruzó sus brazos y las piernas por debajo de la mesa, cambiando su expresión juguetona por una más firme y afilada. Chasqueó los dedos y un hombre encadenado, cubierto de corales y estrellas de mar qué tenia por todo su cuerpo, se aproximó a paso lento, dejando unos papeles sobre la mesa, donde estaba Leviathan.

— No necesitaremos mucho movimiento, como dije, los humanos ya están convencidos que nosotros somos mejor que los patéticos ángeles. Solo es cuestión de hacer aparición en la tierra para que enloquezcan. Podemos usar a Lu como carnada para que más legiones se unan a nosotros, inclusive podemos tentar al pecado a esos perros con alas.

—Solo mira como Belphehor llegó al lugar con esa aura que siempre lo caracteriza, pronto chasqueo sus dedos y apareció ante ellos una mesa ovalada con siete sillas alrededor —

—Bien ya dejemos de hablar de pechos y otras cosas, es momento de despertar a los demás, aún falta tres de nosotros... También es momento de comenzar a mover nuestra legiones.

— Estamos en empate, Lu. Parece ser que la gente enloquece cuando ve un par de tetas.

Toma sus propios pechos con ambas manos.

— La humanidad cae de rodillas ante ellos.

Al ver a Belphegor, caminó hqcia este y lo abrazó por el cuello.

— Por fin volviste a despertar... Duermes más de la cuenta, Belphy.

*se encoge de hombros, como si con ella no fuera aquello, así que solo sonríe de forma ladina para ver al demonio recién llegado*

vaya vaya... llego la bella durmiente?

*cuestiona y regresa la mirada Asmodeo*

entonces estando dormida supere la cuota de mi lindo hermano.... por que mira que tantos seres adorandome y dando sus almas y yo sin mover un dedo...

— ¿La cuota de quién cubrías, idiota?

Cuestionó un tanto molesto, pero en suave tono, mismo que se hacía difícil distinguir el verdadero humor de éste. Aquella afirmación había llegado hasta sus oídos, además de todo el barullo generado por la bienvenida de la recién llegada.

— Querrás decir tu propia cuota, pues te llevo bastante ventaja de ello...

Aseveró mientras se aproximaba con lentos pasos. Se percató y confirmó la presencia de Lucifer al girar únicamente su mirada llena de ojeras y cierto grado de molestia.

— Ah... ahora quieren quitarme el trabajo como el señor de la pereza...

—Hizo como que no escucho lo que susurraban y siguió dando vueltas a su alrededor, escucho lo que dijo Leviatan y solo se mantenía sonriente —

—Si en especial a ti lucifer, parece que entre todos nosotros eres la más adorada por ellos, incluso hay religiones donde te tienen a ti como su emblema.

—Detuvo su caminata y comenzó a mirar hacia arriba, luciendo realmente pensativo ante todo lo que podía pasar o no —

—Me preguntó qué cara pondrá Dios cuando tenga que besar nuestros zapatos y pedir misericordia.

Es una ternura, creo más bien espera que nos apiademos de él y le demos nuestras atenciones...

*menciona también en susurro cerca de su oído, con aquella sonrisa arrogante, aunque cuando se trataba de Leviathan acuatuaba como una consentida y mimada, quien más para hacerle reír que sus hermanos, quizás una forma de verse natural.

Tras aquel beso le ve de reojo con aquella filmada mirada amarilla y luego ve a su hermano *

Oh deberé buscar un par de humanos para que me adoren un rato