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— Tal como dice Belphy, solo hay condenados y metiches que quieren meter las narices en nuestros aposentos y nuestro territorio. Así que, si vas a casa ajena, no te debes quejar si algo no te gusta. — Inhala profundamente y luego exhala. — Ahhh... El olor a infierno es maravilloso, cadáveres y azufre... Y un poquito de sexo de Asmodeus. {?}

— En primer lugar Ass... esto es el infierno, no hay invitados, solo condenados y ocasionales invasores. Segundo, poco me importa el aroma ya que tenemos una gran concentración de sulfuro y/o cadáveres, que no sean maricas...

—Bueno tendremos que reunirnos, ese olor hace que nuestro invitados se quejen y siendo sinceros no pienso estar comprando estas cosas de forma diaria solo para estar cuidando el olfato de los demás.

— Ah... que puta flojera... mejor lleva uno a mi habitación. Al menos dicen a que huele a azufre y no a pedos... aunque eso es debido a las flatulencias de Belce.