La de los Dioses lo son más~. -A pesar de estar acostumbrada a aquellas respuestas, no pudo evitar reír divertida por aquel comentario pero inmediatamente su rostro cambió a uno de sorpresa ante aquel beso, quedándose congelada debido a la falta de experiencia y confusión del momento.- ¿S-suijin-sama...?

Son extrañas estas costumbres humanas. ( Observó a la chica algo pensativo tras ella alejarse, luego aproximándole al tomarle por los brazos, uniendo sus labios a los ajenos. ) Hm. Soy un Dios, aprenderé fácilmente, ¿ves?

Es cierto, no sabes hacerlo. -Una pequeña risa escapó de sus labios en medio de los roces constantes con los ajenos, mas no se atrevió a concretar el beso. Se separó de él y suspiró intentando calmar el agitado latir de su corazón.-

¿Hm? Claro, no te mentiría. ( Mantiene un serio semblante al mirarle acercarse, con tranquilidad rozando sus labios en contra de los ajenos. )

¿Hablas en serio, Suijin-sama? -Sus pupilas se dilataron al verlo y separó levemente los labios como señal de sorpresa. Apoyó la mano izquierda en el torso masculino y armándose de valor acercó sus labios a los ajenos rozándolos, sin concretar el beso.-

Y tú me gustas.