Muchas preguntas rondaban en la mente de la vikinga con respecto a la nueva apariencia de quien se suponía había sido una princesa. ¿Como había terminado convertida en... Sea lo que fuera ahora? Por respeto, y al no saber como se tomaría su curiosidad, decidió no preguntar.

— Oh... Es que paso un tiempo desde que nos vimos... Tú también te ves muy diferente de como te recuerdo... ¿Aún debo llamarte Elizabeth?

-Asiente ante la sencilla pregunta de su amiga, bajando pronto el arco que siempre cargaba, dedicándole una mirada curiosa.- Te ves... mayor...

La no tan conocida voz llamo la atención de la rubia, quien volteo hacía el extraño ser de dulce tonada, y ante su extravagante apariencia no pudo evitar ponerse en alerta. Instintivamente llevo una de sus manos hacia el mango de su hacha, observando con detenimiento la criatura, estudiando a detalle cada facción, notando pequeñas similitudes que le recordaron a alguien en particular.

— ... ¿Elizabeth?

Astrid