—Sabía que ir hacia el antiguo Berk no era una buena idea, pero ¡Hey! Zephyr era la de las buenas ideas, él solo actuaba según sus instintos.— Blade ¿Crees que mamá se moleste si se entera que vinimos a este tiempo para entrenar con ella? —Hizo esa pregunta a su compañero, un joven Skrill gris y de marcas azules en lugar de moradas. El eléctrico dragón gruño y el rubio interpretó eso como una afirmación. Ambos sabían que la Astrid del futuro no había perdido fuerza en su temperamento, y que si esta se enteraba de esa extraña cueva que traspasaba el tiempo, los mataría a ambos por ir allí, y sobre todo por hablar con una versión más joven de ella.— Igual, ya estamos aquí... Y Astrid es una digna contrincante, no digo que mamá no lo sea, pero es mas interesante. —Ambos salieron de la cueva y se encaminaron al puente que unía un par de las islas de Berk, ansiosos por encontrar a Astrid y Stormfly.—