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– 𝚃𝚊𝚗 𝚍𝚒𝚖𝚒𝚗𝚞𝚝𝚘𝚜...
𝚃𝚊𝚗 𝚒𝚐𝚗𝚘𝚛𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜.
 
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As1526751 · M
[code]Emitió una corta carcajada por esa enervante respuesta debido a que no esperó hacer mella en el psique femenino.– Quizás lo sea, pero no llores cuando tu mundo de fantasía se derrumbe.

Ya venía siendo momento de continuar con su noche. La brisa se había vuelto más fresca y el olor a humedad se impregnaba en el aire; la lluvia parecía estar cerca.

Con un gesto lento, ajustó la capucha sobre su cabeza y exhaló con pesadez.– Eres una presa que destaca entre el ganado, encanto. –con la zurda, señaló hacia las bolsas que la fémina llevaba consigo, insinuando que podían atraer una atención no deseada.[/code]
BeeSue · 26-30, F
𝐍o separo sus orbes y escuchaba atenta, el inesperado viento sacudió su melena y ensancho su pupila al ver el secreto que se ocultaba bajo la tela, solo abrió un poco la boca más no emitió ningún sonido, aunque fueron unos pocos segundos, quedo grabado en su retina la deformidad. Solo se escuchó los sonidos de la ciudad durante unos segundos hasta suspirar.
— Entonces eres solo un cobarde... —
𝐒e pudo decir que incluso lo dijo sin pensar y se notó en la perturbación de su rostro, su mirada ahora tímida tras conocer de la cicatriz no mantenía el contacto visual, se arrepintió de haberlo dicho, pero no estaba de acuerdo con lo que decía aunque eso supondría preocuparse por ella misma después.
As1526751 · M
[code]La respuesta femenina evocó una media luna sobre los labios del hombre. Sin embargo, su mirada se fijaba en la mujer a un costado de él, permitiendo que su cuerpo girara en dirección hacia ella para recibir una salvaje ventisca que retiró la capucha de golpe: revelando una profunda cicatriz en la cara.

Eventualmente, el cabello cayó sobre su rostro, ocultando la antigua herida.– "Eso no justifica que seas cruel." Estoy seguro de que ahora entiendes por qué prefiero mantenerme alejado de ellos.

Con un ligero placer reflejado en su rostro, el hombre dio la última calada a su cigarrillo; extinguiendo ese vicio. Seguido, sacó un pequeño estuche con su mano libre y guardó la colilla en su interior.– Tarde o temprano, todos te apuñalarán por la espalda. Es nuestra naturaleza, ¿no lo crees?[/code]
BeeSue · 26-30, F
𝐄l olor a nicotina que traía el viento arrugo la nariz de la más joven, atenta, escuchaba al hombre y seguir con la mirada la instrucción, para cuando asimilo la situación, palideció y sus manos sujetaron con firmeza la barandilla, observando el hurto.
— Hay que ha... —
𝐋o estaba escuchando, pero por su cabeza fantaseo con la idea de que alguien la ayudara, pero ni terminar su frase pudo, el acto solo acabo con la fuga del mismo y la rubia llevo ambas manos a su boca reprimiendo el horror, solo hubo unos segundos de silencio y evadió dar respuestas con fingida inocencia. Pues sus palabras fueron veneno que la afecto de cierto modo.
— Oh my God...tú... No entiendo que quieres decirme con todo esto, ha sido horrible... —
As1526751 · M
[code]Una risa contenida se mezcló con la profunda inhalación que dio al tabaco. Con el cigarrillo entre los dedos, extendió el brazo derecho hacia adelante, señalando un callejón distante. En aquel rincón oscuro, un hombre forcejeaba con una mujer, intentando arrebatarle el bolso que sostenía.

Así que, a tus ojos y bajo mis palabras, hay personas con medio cerebro. –cuestionó, mientras retraía el brazo para llevar nuevamente el cigarrillo a sus labios. Inhaló lentamente, permitiendo que el humo llenara sus pulmones, y luego exhaló rápidamente, observando cómo el hombre lograba obtener lo que buscaba y se escapaba entre la multitud. Mientras tanto, la mujer permanecía allí de pie, posiblemente en estado de shock por la experiencia vivida.

Ahora dime, ¿robar es un talento? –añadió con una mezcla de ironía y desdén en su voz.[/code]
BeeSue · 26-30, F
𝐄l ademán reclama que se aproxime, pero hay duda en su mirar, la cual observa al hombre fijamente desde su retaguardia; La noche, la capucha con la que se cubría y estar de espaldas le daba motivos para no acercarse, aun así, la curiosidad la fue moviendo lentamente, curiosidad “justificada” por un vago recuerdo en el que cruzaron sus miradas en un turno laboral de la blondie.
La bolsa que cargaba va al suelo y sus manos agarrar la barandilla de metal, expectante, no oculto sus motivos cuando su mirada fue a estudiar el rostro ajeno con descaro.
— No existen personas sin talento, existen personas con más o menos talento, pero nadie nace sin ningún talento... — 𝐂oncluir insegura.
As1526751 · M
[code]El cazador colocó el cigarrillo entre sus labios, inhalando profundamente para ahogar las palabras que estaban a punto de escapar de su boca; prefiriendo mantenerse al margen. La corrupción del mundo estaba a punto de ofrecer un espectáculo: digno de la humanidad. Con un gesto de su mano izquierda, indicó a la mujer que se acercara.

Está bien, encanto. ¿Crees que existen personas sin talento? –cuestionó, dejando en el aire una pregunta retórica cargada de desafío y escepticismo.[/code]
BeeSue · 26-30, F
— «¿Que le pasa...?» — 𝐏ensó. — Eso no justifica que seas cruel... —
𝐏asar de casualidad por aquel puente tras sus compras, la hora no le gusta, guardar una distancia prudente es visible y aferrar con firmeza el asa de las bolsas que cagaba.
As1526751 · M
[code]Prefiero que una bala atraviese mi sien antes de tener que conocerlos. –aunque sus palabras eran contundentes, en el fondo, sentía envidia por la ignorancia que ellos disfrutaban. Ser ciego de la realidad traía consigo una efímera, pero reconfortante felicidad.[/code]
BeeSue · 26-30, F
— No los conoces para ser tan grosero... —
𝐌as inercia que valor.

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