Su rostro dibujó una cálida y muy gentil sonrisa la cual estaba llena de emoción y cariño al igual que de inocencia.

— Espera un momento, en un momento vuelvo.

Tras estas palabras el joven pelirrojo se retiró para poder ir a la cocina a atraer un exquisito menú para su invitada y a su vez su forma de disculparse. Allí ordenó a una empleada que pusiera un mantel de un color más claro y elegante en la mesa de esta mientras que él preparaba su mejor café. Una mezcla de 6 granos distintos pero que formaban una armonía, aroma y por supuesto un sabor exquisito.. Tardó unos minutos en la preparación ya que era algo delicado pero finalmente lo hizo, fue entonces cuando buscó el postre que había preparado previamente para ella, uno de sus mejores pasteles el cual colocó en una bandeja de plata junto con un frasco de leche, una azucarera y otro frasco con crema... Luego volvió a reunirse con la dama.

— A modo de disculpa aquí tiene. Un café mezcla inventado por mí y para acompañar..