— ¿Eh? ¿Donde estoy?... ¡Espero que no me ataquen! —

El pequeño híbrido estaba igual que siempre realmente asustado, a simple vista se veía su mal estado psicológico no sólo por su forma de mirar sino también en su forma de ponerse de pie y actuar, estaba manchado de sangre que no le pertenecía lo que le hacía ver un tanto sádico. Su cuerpo estaba muy tembloroso y claramente cansado por alguna razón, había perdido su espada también.
— ¿Y mi espada?... ¡NOO! ¡TENGO MIEDO, NO ME TOQUEN! — Gritó fuerte llevando ambas manos a su cabeza. || Usaré al Aron niño durante unos días.