-No le diga a nadie, esto lo mantendré en secreto y cuídare de ese pollito mientras pueda protegerlo de todo. Además,.los niños de mi escuela son feos y malos, no quiero que se acerquen a mi pollito.

Esta bien pequeña señorita, le daré una cría de águila

-Descuide, nadie se enterará que tengo una mascota. -Mencionó con gran cautela en sus palabras.- -Lo cuidaré bien, lo prometo.

Si gustas y si tus padres están de acuerdo podría darte una cría de águila pero debes de cuidarla por muchos años

-Pasó su manita con el sumo cuidado que se le debe tener a una mascota, después deslizó sus deditos a lo largo del mortifero pico del águila.- -Antes tenía un periquito al que cuidé mucho, me recuerdas a él.

¥ el pequeño se queda quieto y se deja acariciar ¥

- Ya veo. -Vió al hermoso espécimen que se acomoda y descansa a lo largo del fuerte y masculino brazo. Entonces, en un acto de llamada confianza, alzó su pequeña mano para querer acariciarlo.-

Sabes desde mis vidas pasadas siempre ha estado a mi lado cuidandome desde hace muchos años incluso hasta ahorita

-Se aproximó temerosa, incauta de la existencia del bien. Poco a poco fue acercándose con prudencia y manteniendo distancia entre ambos.- - Es muy bonita. -Mencionó con voz quebrantada por el dolor y la tristeza interna que resiente.-

Ven acércate el no muerde sabes es un buen amigo, es mi familia