—Apretando los labios en una sonrisa ladina y con un movimiento de manos le quitó importancia a ese "dicho", pues nunca había tenido una madre que le dijera que hacer. — ¡Aah, pero si eso es exagerado! —y una sonrisa más pícara le iluminó el rostro, juntando las manos a la altura del pecho— Yo te ayudo a... a crear una historia fantástica, ¡una que inspire bardos! Como... como ejercicio... creativo.
*Junta las yemas de sus índices un par de veces con una mueca apenada antes de encontrar la convicción suficiente para responder, y le dice alzando su ambarina mirada hacia la tiefling.* Bueno! Pero mi mamá me decía que "Antes se atrapa al mentiroso que al cojo", POR ENDE! Decir mentiras está mal. (?)
Oh... —guardó silencio por unos segundos, conteniendo su risa— ¡Es una mala historia! Tienes que... tienes que crear una nueva y más... más emo... más emo... —apretó los labios, frustrada con su tartamudeo— Más emocionante.
*Se rasca la nuca, confundido por el comentario de la tiefling.* Pues... La verdad me caí de pequeño de una carreta... *Dijo con una incómoda sonrisa para disimular su vergüenza.*
