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BlevineLeBlanc · 26-30, F
-Su mirada no se apartó de los ojos de su contrario, para ella era demasiado guapo pero no se lo diría o por lo menos no admitiría jamás que era más guapo que ella de vez en cuando, una sonrisa de complicidad estaba en sus labios en el momento en que su espalda chocó contra una pared, negó con la cabeza y luego le dio una pequeña lamida en la comisura de sus labios.- Eres mío ahora y siempre.
ArmmandRightler · 26-30, M
¿Decencia?, no lo que tengo son ganas ─ Dijo sin reparo aquello para seguir de lleno a la habitación, pero como parte del juego antes de entrar a esta la atrapó contra el muro más cercano a la puerta dirigiéndole una mirada y moviéndose con ella al interior de la habitación cerrando las puertas tras ellos. ─
BlevineLeBlanc · 26-30, F
Entonces... Aprovecha que estoy de buenas como para tener una sesión "profunda". -Estaba algo divertida, sabía que el chico habia pasado demasiado tiempo aguantando las ganas, ciertamente ella también y solamente él podía calmar esas ganas. Frunció un poco el ceño en el momento en que apartó sus manos de donde estaban, aún así no iba a pelear mucho en ese momento, solo suspiró y se abrazó a él como si de un pequeño koala se tratara pues sus piernas le rodearon la pelvis para no caer.- ¿No? Pensé que por lo menos tendrías la decencia de llegar a un lugar mas cómodo. (¿) -En realidad a ella le daba exactamente igual en donde lo hicieran, mientras fuese él quién la tomara.-
ArmmandRightler · 26-30, M
No será una "pequeña" sesión ─ Ella le provocaba, no como la mayoría de las criaturas, aunque amaba los gritos de dolor que esa voz podía emitir eran los de placer los que en verdad se mantenían en su mente, ese era un talento único de la albina, y aunque no lo diría de frente tampoco se molestaba en ocultarlo, tomó las manos ajenas sabía lo mucho que molestaba a la mujer que el hiciera eso pero en lugar de inmovilizarla la guio para que lo abrazara sobre los hombros antes de levantarla ─ No vamos a llegar a la habitación lo haremos en el pasillo.
BlevineLeBlanc · 26-30, F
Quién sabe... Tal vez sí, tal vez no... Deberías averiguar si realmente me pone el hecho de que me muerdas. -Sabía que desafiarlo era como jugar con fuego y que haría aquello sin dudarlo, sus manos ahora subieron hacia el rostro de su pareja para acariciar sus mejillas con sus pulgares, la verdad no muchas veces le tomaba de esa forma pero extrañaba poder sentir aunque sea su piel la cual siempre estaba fría.- ¿Y si tenemos una pequeña sesión en nuestra habitación? Podríamos jugar o podrías vengarte de que no estuve.
ArmmandRightler · 26-30, M
Y tu sigues siendo la misma enferma, puedo oler como es que te pone el sentir la mordida... ─ No era una broma, al menos no en su mente, su cuerpo reaccionaba a esa forma de temblar que ella tenía y también a las uñas sobre su piel provocando que diera una mordida más, su mano dejo un rastro helado por ella subiendo por su espalda y pegándola hasta dónde el se encontraba de vuelta. ─
BlevineLeBlanc · 26-30, F
¿Olvidado? Claro que no, solo que jamás te respeté como querías y eso te fascina. -No pudo evitar soltar un pequeño gemido de dolor por aquella mordida, había olvidado aquel dolor que le podía causar con el frío, todo su cuerpo tembló y como reflejo enterró aún más sus uñas en la pálida piel de su pareja haciéndole algo de daño.- Ah... Sigues siendo el mismo viejito agresivo, Armando.
ArmmandRightler · 26-30, M
Creo que has tenido mucha paz Bablina se te esta olvidando respetarme ─ nunca había pedido un trato especial de parte de ella, al menos no desde que había decidido convertirla en su compañera, eso no evitaba que su mal carácter y sus viejas costumbres afloraran, inclinó su rostro hasta uno de sus hombros clavando sin mas aviso los dientes en la piel y aunque la mordida tenía algo de fuerza lo realmente destacable era la sensación helada sobre la piel que causaría alguna quemadura por el frío en ella ─
BlevineLeBlanc · 26-30, F
-En el momento en que fue jalada hacia él no pudo evitar alzar una de sus cejas, ciertamente conocía a su pareja y aquellas primeras palabras eran de cierta forma una linda declaración de que la quería, sus manos se dirigieron a recorrer aquel cuerpo helado como si fuese la primera vez que lo tocara, era gentil hasta que decidió enterrar un poquito sus uñas en su piel.- Bueno, sabes que si me muerdes yo te lo regreso de otra forma, así que hazlo.
ArmmandRightler · 26-30, M
Eres mi mujer, que digas que no me ves sonreír me parece una falta de respeto total y absoluta, eres la criatura que más me ve sonreír y vive para contarlo. ─ Tomó la mano de la albina jalándola a él y levantó su mano para dejar su palma helada en la mejilla de su pareja ─ Me alegro de verte, ahora voy a morderte porque lo que acabo de decir me ha revuelto un poquito el estómago.

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