Se levantó de su lugar, las plumas tras sus orejas claramente algo esponjadas señal de su guardia alta, en fuerza aunque esa loba fuera una debilucha ante su especie, Ari no tenía ninguna posibilidad contra ella. — Que fácil es hacerte salir a la luz. — sonrió llevando su diestra a sus labios cubriendolos. — Lillia, Lillia...en esta ocasión al pecador no se le dirá su pecado. Cuándo Synne sepa toda la verdad sobre ti no habrá techo para una malagradecida cómo tú. — Obviamente estaba pisando sobre un terreno minado, no tenía nada de información pero esperaba con eso colmar la paciencia de la loba y hacerla hablar.
Su mirada se afiló. ¿Qué tanto sabía esa ave soplona? Dudaba que Kate hubiese dicho algo peligroso, ella no era así, aunque sus descuidados escapes para ver a Arya le hacían sentir peligro. No podía ser eso... ya la habría delatado de saberlo.
—¿Y qué exactamente le vas a informar?— Inquirió, tomando una postura también defensiva, ya que la amabilidad no había funcionado suponía que las cosas serían de ese modo.
¿Tras esa amable sonrisa pensaba ocultar sus verdaderos pensamientos?. Para un ave era primordial la supervivencia y precisamente ese instinto le gritaba mantenerse alejada de esa salvaje. Rodó los ojos sin poder evitarlo, la falsedad no iba con ella. — ¿A lo que querías llegar era a eso no?. Mi deber es informar a Synne...¿Crees que quiero fallarle?. A diferencia de ti, yo sí me tomo con seriedad la lealtad. — lanzó sin cuidado algún, cruzando sus manos y alzando su mentón con soberbia.
Intentaba mantenerse tranquila, aunque, raro que ocurriera, sus instintos depredadores despertaban, deseaba desplumar a esa ave con sus garras y colmillos, y quizás comérsela lenta y dolorosamente. Más decidió ocultar sus homicidas pensamientos detrás de una sonrisa amable.
—Eso no significa que no podamos estar en paz. Tampoco te agrado, pero servimos al mismo amo.— Dejó su libro sobre las piernas, abierto. —¿Sabes que los lobos tenemos excelente vista y oído? Nos sirve para cazar, aunque yo nunca aprendí a hacerlo, pero mis sentidos funcionan como los de cualquiera de mi especie, si prefieres verlo así, los enfoco a distintos propósitos.— Sus orejas se movieron ligeramente. —Si vamos a intentar ser amigas, agradecería que dejaras de espiarme.
Al menos sabía que Ari se encargaría de informar a Synne cualquier anomalía, inconformidad, intento de mal manejo de información entre otras cosas. Era ciegamente leal a la líder del clan, no podía creer que tuviera viviendo en la mansión a mal agradecidas cómo esa loba. — ¿Y como piensas que eso es posible? — Dejó el libro a un lado, cruzó sus brazos y levantó una ceja. — Acéptalo, no te agrado.
—No tienes que convertir nuestros encuentros en una competencia todo el tiempo, Arisu.— Dijo despreocupada, cerrando los párpados para exhalar un suspiro.
—Se que cualquier cosa negativa que haga o diga llegará a oídos de Synne y no me apetece una reprimenda. Podríamos simplemente intentar ser amigas.— Su propuesta no era del todo sincera, más bien, resultaba conveniente, era mejor tener la mirada de esa ave lejos de ella.
Permaneció sentada con su mirada fija en la loba, la había visto hablar con Kate en el jardín sin embargo no lograba escuchar o adivinar de que trataba su conversación. ¿La habrá visto espiarlas?. — Yo estaba aquí primero...— se levantó de su lugar dirigiéndose a uno de los estantes, tomando un libro en sus manos. Volvió a su lugar y lo abrió pretendiendo leer.
—No creí que habría alguien en el estudio. Quería sentarme a leer un rato.— Y así lo hizo, tomó asiento en uno de los elegantes sillones, sin embargo, no llevaba ningún libro en manos. —Aunque si mi compañía te resulta molesta, puedes marcharte con confianza.
