Si, claramente esperaba que hiciese eso, que tomase esa iniciativa, se notaba que el Oni no soportaba las humillaciones. La dejo ahí contra la pared, la levantó del suelo y comenzó a besar sus labios con suma gula que ni ella misma pudo esperar, entre el beso no dejaba de soltar suspiros acalorados mientras él chupetea sus labios, luego la mordida fue la cereza del pastel, aquello que hizo que un escalofrío recorriese su espina, se había entregado tanto que ni había notado que había cerrado sus ojos y correspondido. Ella abrió uno de sus ojos y lo miró con las mejillas encendidas.
— No lo haces tan. . . Horrible —El mejor halago que pudo darle.
Arataki Itto demostró los frutos de su práctica en ese callejón, arrinconando a Sara en el estrecho espacio entre ambos locales. Esta vez no atacó a su nariz sino a sus labios, levantandola del suelo y poniéndole contra la pared para arremeter con todo. Fue hábil: asertivo pero eficaz, incluso regalo una mordida al labio inferior.
Para cuando terminó y separó el rostro, se quedó mirando a Sara, esperando validación de su esfuerzo.
Estaba por irse cuando él se encaminó, aunque claramente su vista captó aquel movimiento, le daba curiosidad lo que fuese que él pretendiese con ella por lo que simplemente caminó hasta aquel espacio en dónde estarían ambos completamente ocultos, aunque era un lugar algo estrecho debía admitir.
El oni se aleja y entra a un espacio entre dos negocios donde estratégicamente nadie podría verlos. Antes de dar la vuelta para acceder a este sitio, mira a la tengu y ladea la cabeza de una manera demasiado sutil, incluso para él.
— ¡¿ERES TAN IDIOTA PARA CREER ESO?! —Realmente si para alguien no tenía paciencia era para el Oni— Si me besas no te voy a respetar nunca, así que ni se te ocurra intentarlo
— No! Miko me prestó una guía de como ser más hombre para que me respetases más y aunque no leí todas porque tenían muchas palabras que no entendía, decía que debía besar bien.... ¡Pero tener los ojos cerrados y tener que imaginarte es muy cansado y terminé durmiendo de pie!
— Un ogro cerebro de paja —No esperaba que se pegase tanto a su frente, pero no iba a abandonar su crudo semblante. Escuchó aquello que decía en voz alta y se tensó— ¡¿Q-Quee?! —Su cara se pondría completamente roja— ¿Acaso es una broma?
— Soy. Un. Oni! Que no se te olvide — le encara pegando su frente a la de ella pues le molesta que insulten su linaje — Decían que para practicar besos debía imaginar a una mujer que desease pero se me olvidó lo rígida que eres! . . . Ah miércoles... Lo dije...
