Sus parpados se entrecerraron, ciertamente para el albino esa no era una respuesta, mucho menos, es como si analizara cada una de sus palabras en busqueda de una clase de verdad que estuviera escondiendo.


-Si? Muy bien, pero espero que esa destreza de la que hablas no tarde mucho en emerger... los mortales tienen lenguas largas y brazos cortos.

—U-Una persona tan diestra como yo sabe que no debe sacar su as bajo la manga tan rápido. Yo sabré mostrar mi poderío en el momento apropiado.

La velocidad es parte del arte de un pistolero. Debería más bien decirte lo mismo a ti; solo has estado usando tus capacidades mortales ¿Dónde está tu magia?

—Espero que me sigas el paso. No esperaré por ti.