[code]chaqueta, atuendo que le llenaba los ojos hasta la fascinación- ¿Te dije qué me encanta como te va el color negro? -acomodó las solapas de la prenda, mordiendo su labio inferior como muestra clara de su ansiedad hasta soltarle por fin, resintiendo la ausencia de él en sus manos al apartarse y así marcar el punto de partida a un mejor lugar.- [/code]
[code]-Sus labios ya habían marcado terreno en la oreja del corrompido ángel, dejando tersos besos que se revestían de calidez, una que sólo hacía de pantalla ante sus intenciones con ese acercamiento, pues no perdió el tiempo al apegar su cuerpo al ajeno apenas se sintió recibida en sus brazos, esos que férreos lograban amoldarse a sus curvas de forma perfecta. Entonces suspiró, presa de un calor en aumento que vibrante y cruel se encargó de rasgar sus mejillas con un carmín tenue de sólo escucharlo responder aquello; razón de una sonrisa más entusiasmada y una muy baja risilla que se perdió al apartar su rostro para mirarle a los ojos, adelantándose un tanto para fundir sus labios sobre los ajenos en un beso más suave y lento con el eclipsar de sus párpados- Es tiempo de partir a casa entonces.-culminó al bajar su rodilla, sin perder el momento para rozar su muslo en el proceso; deslizando también sus manos por su oscura...[/code]
... **En silencio entonó sus ojos, afilándoles con una inesperada y cautivadora sagacidad y replicó sonriente con una voz más profunda y susurrante.** …No puedo esperar para verte a ti en ellos.
**Su confusión se disgrega súbitamente, tomando en lugar una expresión de sorpresa cuando la dama le toma por incauto y aproxima a su ser, enmarañándole afectivamente entre sus sinuosos y blancos brazos, cuales replicó de inmediato con el firme tomar de sus caderas entre sus manos, trayéndole hacia su cálido y marmoleño pecho a la vez que rodea su hermoso cuerpo entre sus extremidades superiores, refugiándole con cariño y dulzura. Entonces ahí le miró desde la altura con su mirada jaspeada del profundo y bello color del vino, aún expectante de la sardónica respuesta, aquella que al escuchar, trajo a flor de piel la avergüenza y la apoques, plasmándose en tenues rubores rosáceos en las mejillas de su perlina faz. Sin embargo, la saturación de sus sentidos fue aquella caricia que dibujó ligero y peligroso el contorno interino de su muslo.** …
[code]ángel-Uhum... Porqué puedo verme a mi misma en ellos.~ -Y para enfatizar su rodilla derecha elevó,todo para causar un indiscreto roce de su muslo entre las piernas de su amado-#ColecciónDePiropos2017(?)[/code]
[code]-Fue inevitable el intenso sentimiento de ternura en sus adentros, como si cada dulce expresión en su amado fuera una droga para sus sentidos que se afirmaba con el terso tono de su voz embriagado de curiosidad e inocencia que ella, malsana y maliciosamente aprovechó para tomarlo vulnerable al apegarse a él, siendo la diferencia de alturas suficiente como para llevarla a alzarse en las puntas de sus pies y así deslizar sus manos serpentinamente por encima de sus hombros, siendo su diestra la que tomaría protagonismo y mayor poder al sujetarle amablemente de la nuca, hundiendo los dedos en las suaves hebras platinadas que ostenta, buscando con ello invitarlo a agacharse y poder alcanzar con sus labios un roce etéreo con la oreja del (...)[/code]
¿E-espejo en mis pantalones? **El inocente y blanco querubín se preguntó a si mismo en total confusión y se esmeró en la duda, rascando su pálido mentón y observó el cielo con su purpúrea mirada en un gesto pensativo a la par que trataba de elaborar una réplica a la cuestión recién planteada, sin embargo, era incapaz de leer entre las líneas de su compañera. "¿Qué será?" Tras unos momentos se rindió por completo al no poder figurar el lenguaje de la bella hija del pecado de la lujuria y le preguntó con simpleza y franqueza** No tengo ningún espejo en mis pantalones... ¿A qué te refieres?
[code]Arael... ¿Tienes un espejo en tus pantalones acaso? -Le dirigió una mirada penetrante con esos ojos azulados, aparentando seriedad ante la pregunta recién formulada y que enfatizó al observar justo hacía los pantalones que vestía su amado, acercándose a paso calmo hacía él, al parecer todo era parte de un juego de palabras, pues una sonrisa pícara y sospechosa se había hecho de sus labios.[/code]