Señaló con la herramienta que tenía en su derecha hacia un almacén a unos 10 metros de distancia

— No las destruyas...me a costado mucho trabajo arreglarlas, de hecho tengo un molesto dolor de cabeza por eso

El pokemon estaba interesado en aquellas máquinas, su lado curioso comenzó a salir — Puedo? — movió la cola bruscamente pensó que podía verlas, analizarlas y tal vez si estaban listas entrenar como una especie de prueba para dar su opinión respecto a esa tecnología

Aria se la pasó horas arreglando maquinaria de entrenamiento que le había dado Ralph

— Trabajando... — respondió llevando su ante brazo a su frente limpiado el sudor para luego tomar un poco de agua y ver las nubes

— Ralph me pidió arreglar las máquinas de entrenamiento, quiere intentar un nuevo método más sofisticado y estricto para sus pokemon, entrará a un torneo muy importante de su ciudad y me lo pidió como un favor y acepté.

— ¿Que tanto haces con esas herramientas?