Aunque tenía sus manos atadas y le era difícil moverse, aprovechó esos instantes en los que su amado bebía de su sangre, para mover sus caderas y glúteos en sonoros y deliciosos choques contra la pelvis del pelirrojo, queriendo que la hombría de su amado siguiera taladrando sin misericordia su interior.

— D-Disfruta de la sangre de este miserable y pobre pecador, Mi Señor... — Le decía entre jadeos, meneando sus caderas y sintiendo todo ese grueso falo llenarle todo, dejando sus ojos en blanco y riendo de gusto. — Mmmm...Qué rico, maldición...Ahhh...

-Buen chico...

Le toma de la barbilla y le hace mirarle, sonriendo con suavidad y lamiendo su mejilla antes de clavar sus colmillos en el cuello ajeno, degustando su sangre llena de hormonas de excitacion, esta siempre siendo su preferida

- Maldita sangre la que llevas que me tienta tanto...~

— Hah...Hah...Grrr...Jeg kan lide det... — Gruñía en su lenguaje danés nativo, extasiado del placer que estaba recibiendo en toda su entrada ante cada lenta y profunda estocada al ser sodomizado por el hombre que amaba. Todo su cuerpo parecía estar inmóvil y presto para el deleite del vampiro. — Mi Señor...Ahhh...M-Más profundo...Mmm...

-Por hoy... llamame "Mi señor"...

Susurra en su oido, mordiendole este y acariciando su silueta con devocion, cerrando los ojos y relamiendose con deleite gracias a lo apretado que era el ajeno al no haberle preparado

- Mi delicioso platillo... mi presa eterna~

...yacían sobre la cama, dejándose estocar por el mayor en su interior. Su propia erección parecía "feliz" ante esos instantes de crudo placer, a pesar de que no había sido del todo atendido por el vampiro pelirrojo. — Mmm...Etienne...

— ¡Argh! — Aren tuvo que externar un audible gruñido al momento en que Etienne había entrado en él de aquella ruda manera, estremeciéndose desde la cabeza a los pies por esto. A pesar de que había sido algo doloroso, le importaba más que todo su cuerpo fuera el motivo de los deleites carnales de su amante. — Mmm...E-Eres tan grande, amado mío...Ohh... — Murmuró, manteniendo esa mirada depravada en sus ojos al ladear su rostro para verle, a pesar de que Etienne le sujetaba del cuello.

Todo su torso y rodillas yacía

-Tu dios... exactamente... me complace saber que conoces tu lugar.

Responde riendo deanera macabra, relamiendose de nuevo antes de tomarlo con fuerza del cuello, metiendose de una en su cuerpo sin importarle el posible daño a causar.

- Tu dios es benevolente...

Le susurra, manteniendose quieto dentro de el por un momento, jadeando como un animal hambriento antes de relamerse los labios finalmente para iniciar el vaiven lento pero dando fuertes estocadas a este

Escuchar esos escalofriantes detalles del plan de Etienne sobre cómo iba a destruirle, le excitaba muchísimo, hasta el punto en que Aren parecía provocarle y retarle con su mirada y mordiendo su propio labio inferior. Le encantaba sentirse adorado y amado por ese vampiro, que mostrara especial devoción por él, un simple médico mortal y traidor a la fe católica de la era victoriana, marcado desde lo más profundo por sus herejes y paganas creencias.

— Mi único dios y perdición eres tú, mi amado Etienne... — Le decía bajo el cuerpo del mayor, retorciéndose de placer a pesar de tener sus manos y brazos atados a su espalda, manteniendo completamente arqueado su cuerpo, elevando sus caderas para él y recostando todo su pecho, torso y rostro en la cama. — Etienne...Fóllame, te lo suplico...Destrúyeme en todo mi lecho y sobre mis blancas sábanas...Ngh...

-Algun dia... voy a hacerte pedazos...

Comenta el hombre en un tono bajo y casi bestial, dejando que las garras de su mano libre crecieran para poder acariciar con estas el cuello del ajeno, sonriendo bajo y relamiendose los labios finalmente

- Exquisito... va a ser el momento en que te arme de nuevo y te haga mio...

Hablaba como si el otro fuera su mayor devocion, aunque sus palabras denotaban enojo y agresividad, hablando esprcialmente de como lo destruiria

- Pero por ahora... mereces vivir un poco mas~ da gracias, los dioses te han sonreído.

— ¡A-Ahhh~! — Un agudo chillido salió de su boca, acompañado de un gruñido ante la repentina asignación de un tercer dedo en su interior, los cuales podía sentir que hasta los nudillos del vampiro rozaban y estimulaban su entrada con fines de prepararle.

Ese susurro de Etienne a oídos de Aren, le excitó mucho más, causando que las piernas del médico real se abrieran un poco más, ya que quería que esas falanges lo exploraran por completo, colaborando incluso en ello al ascender y descender sus caderas de forma sensual y erótica, ante la vista de su amante.

— Mmmm...De-Descarga toda tu furia en mí, Mi Señor...Ahhh...— Le pedía entre suspiros, cerrando sus ojos y sin dejar de menearse para él.