...al pelirrojo con una amplia, maligna y coqueta sonrisa en sus labios. Pero había algo diferente en Aren y esto era sus ojos: Estaban sumamente rojos y ya no eran de color azul violeta como antes.
— Etienne Lis Mortel... Por fin nos conocemos cara a cara... Aren siempre me ha hablado de tí... — La voz delicada y ligeramente aguda de Aren, había sido intercambiada por una voz masculina fría, de ultratumba y mucho más afeminada, pero que a cualquier mortal podría causarle un susto de muerte. No había dudas: Aquello era una posesión en el cuerpo de Aren.