**La Joven alza la cabeza para contemplar el brillo que despide aquella armadura dorada y el conocido cosmo que emana de aquel hombre. Poniéndose de pie, sonríe y posa sus ojos en los contrarios**
Afrodita de pisis... en un gran alago de su parte notar la belleza de mi jardín... a que debo tu visita querido caballero?
*Del espaldas, a un árbol se encontraba aquel caballero dorado disfrutando de la fragancia de una de las flores del lugar. pasados segundos se coloca frente a aquella diosa con una sutil sonrisa, una de sus manos sobre su pecho y la hace una reverencia*