Aquéllo lo tomó por sorpresa. Hizo un leve quejido al sentir aquéllo pero su mente estaba tan retorcida que éso lo toma cómo una muestra de amor y aquélla marca de apuñalada es símbolo de ello. — Me encantas, amor de mí vida. Dejó esas fotos pará provocarte, un símbolo de seducción pará atraerte más a mí. Tú eres mía y yo tuyo pará siempre. ~

— Quizá era un momento romántico, pero Aoi está tan loca que al final lo termino por apuñalar en uno de los muslos ajenos, dejando ver una sonrisa un tanto siniestra .— ¿ me crees estúpida? ¿Por qué andas mostrando carne a otras? Tú eres mío.

— Yo muchísimo más, mí amor. — Miró atentamente a sus ojos dejando escapar una sonrisa desde la comisura de sus labios pará así luego alzar un poco la cabeza y darle un pequeño beso en sus labios y dejándole una sutil caricia sobre sus mejillas. — Y pensar que ambos matamos a tanta escoria de gente, pensar que la misma locura nos hizo amarnos con frenesí.