Corresponde palmando suave la espalda del albino — No lo haré, puedes contar con eso. — Al separarse, volvió al mirada hacia su rostro para dedicarle una cálida sonrisa.

Bien... eso es lo que necesitaba escuchar -le da un rapido abrazo antes de soltarle- No te pongas así de nuevo

— Lo siento ... — Se encoje de hombros aun con una sonrisa en su rostro. — No volveré a dudar, lo prometo.

A veces no puedo creer que despues de tantos años aun no se te meta eso en la cabeza -protesta el albino cruzandose de brazos- Pero bueno, al menos lo entiendes

— Tengo que ... al parecer sigo siendo algo débil en el fondo. Pero ... ahora entiendo que no estoy solo. Cuanto con ustedes y ustedes conmigo.

Recuerda que no necesitas a nadie mas que a nosotros, nos vamos a encargar de todo -sigue acariciando la cabeza del ajeno- No tienes que agradecer

— Tienes razón ... —Dio un ultimo suspiro para luego curvar ligeramente sus labios en una sonrisa sincera — Gracias, creo que ahora entiendo. — Asintió con la mirada.

Algo va a pasar, hagas tu algo o no hagas nada... pero nada se queda igual -pasa la mano por la cabeza del chico con extremo cuidado- Nosotros te vamos a cuidar

— Quizás ... — Murmura casi para si mismo antes de alzar la mirada. — Intentare no pensar tanto y solo ... dejar que las cosas pasen.

... no... ese es el trabajo de Razón -declara el albino no quedandole mas que suspirar ante aquellas palabras- Piensas demasiado Aoba