- Es porque es la primera vez que cocino con Master. Y no quiero defraudarlo - Dijo con una seriedad poco habitual en él y sin quitar los ojos de la mezcla.

Sonrio al ver la concentración en el albino — Parece que alguien se esta esforzando — Adquirió mientras terminaba de colocar los ingredientes.

- ¡..!- Con cuidado comenzó a mezclar los ingredientes sin quitar un segundo la mirada del recipiente. Estaba dispuesto a demostrarle al peliazul que podía hacerlo de la mejor manera.

— Bien, comencemos entonces — Comento casi con el mismo entusiasmo del albino para comenzar a agregar los ingredientes en el bowl.

-¡Hai! ¡Hare lo mejor que pueda, Master!- Agrego animado tras oír sus palabras. Se apresuro a situarse al lado del peliazul, remangar su camisa y tomar entre sus manos un cucharon y uno de los recipientes.

Alzo ambas cejas, sorprendido por la rapidez del albino — Gracias, Clear. — Con una sonrisa en su rostro, tomo ambos huevo y los coloco junto al resto de ingredientes.

— Yo echo los ingredientes y tu mueves la mezcla ¿De acuerdo? — Propuso mientras se apresuraba a recoger su cabello en una coleta alta.

- E-eh ¡Hai! Yo me encargo -Se apresuro a seguir las ordenes del peliazul, acercándose a la nevera y tomando dos huevo entre sus manos, sin embargo no controlo su fuerza y termino rompiendo uno. Rápidamente miro de reojo al peliazul quien al parecer no se había percatado de la torpeza que había cometido, por lo que decidió disimular y tomar otro en reemplazo - ¡Hai! Aquí tiene, Aoba-san

—Veamos huh ... necesitamos algo de harina, polvo de hornear ... — Mientras hablaba iba retirando cada ingrediente de la despensa. — Huh, Clear, ¿Puede sacar un par de huevos de la nevera?—Pregunto mientras buscaba un bowl en que mezclar.

Siguió los pasos del contrario hasta llegar a la cocina. Aquella no era la primera vez que había estado ahí. Pero jamás había tenido la oportunidad de compartir ese tipo de actividad con el peliazul. Se sentía ansioso y claramente no podía ocultarlo.

Una leve risa escapo de sus labios al escuchar la respuesta del albino —Hai, hai. Confiare en ti, Clear. — Y dicho eso, encamino al contrario hacia el primer piso donde se hallaba la cocina.