[...] mientras que Jasuke y yo vamos al norte a explorar un poco, no sería una misión de buenos amigos, solo van, reconocen y regresan, ¿Qué dices, grandote?" Preguntó Keirot con total confianza, como siempre, sin pensar ni siquiera en los problemas que tienen aquel par, al menos en mayor parte por Enthon.

Anyel miró en silencio a Enthon, a él no le importaba, realmente no sentía odio por Enthon, pero si que respeta el que el ajeno le tiene y también lo entiende a la perfección.-

-Justo en aquel momento se encontraba con Keirot en el salón de clases, este estaba vacío al ya casi ser hora de marcharse, la mayoría de estudiantes se encontraban fuera del colegio, esperando la llegada y salida del autobús escolar.
Estaba sentado sobre uno de los pupitres, conversando con el contrario sobre una zona que recién había explorado y le pareció percibir una energía similar a la de ellos. Justo en ese momento, Enthon entraría, haciendo entrega del paquete de aquella manera tan "amable".-

Eh.. ¿Gracias? -Dijo con clara duda ya que no esperaba nada, pero antes de si quiera revisar o dar tiempo de que Enthon se marchara enseguida, Keirot hizo acto de intromisión: "¡Podrías ir con Enthon!" Dijo, mientras Anyel le miraba con gran confusión, ¿Lo decía en serio?

¿Estás bien de la cabeza? Nunca aceptaría. -Respondió Anyel de inmediato mientras se bajaba de la mesa y colocaba el paquete sobre esta. "¡Piénsalo! Tu y él van a ese lugar [...]

—Repíteme por qué estoy haciendo esto —instó Enthon a uno de los compañeros.

—Ya te dije, estoy ocupado y me pidieron que le entregara ese paquete a Anyel, hazme el favor, en serio te lo pido.

Y sin dejarlo alegar más Kevin se había ido. Dejando a Enthon solo, con un paquete entre el brazo. Bufó molesto, incluso rodaba los ojos en lo que iba en busca del tarado emo que le arrebató a su mejor amiga. Ahí iba, como diablo en busca de un alma la cual torturar. Ganas de perder aquél presente no le faltaban, pero, sólo esta vez se limitaría, así tendría un buen favor de Kevin para después. Pasó todo el día en busca del emo idiota pero al fin lo encontró en uno de los salones de clases, ahí posando como un inepto.

—Toma —dijo de mala gana mientras le tiraba el paquete encima—, yo sólo vine a cumplir con lo que me pidieron. Ya me largo.