El aroma de las flores de cerezo, la belleza de los pétalos danzando y la gentil brisa del viento era algo realmente gratificante para ella, aterrizo de manera cuidadosa hasta dejar a aquel amable joven sobre el pasto y su pequeño cuerpo sobre el ajeno, aquella camisa se adhería provocativamente a su cuerpo mientras aquella pequeña alienigena le miraba desde arriba con una expresión muy dulce mas sin embargo resaltando en su mirar aquella esencia seductora propia de ella. - Realmente lamento mucho lo ocurrido, no pensé que los inventos de Onee-sama podrían afectar a alguien mas-
[code]-Iba a responder sin dudarlo a la presentación de la pelirosa, mostró una sonrisa ladina y cuando iba a hablar, notó aquel gesto con su dedo y solo parpadeo un par de veces seguidas sin entender muy bien, al momento en que ella toma su mano, el joven se sonroja un poco pero esto no dura mucho al toparse con la sorpresa de aquella última acción, no se negó pero tampoco estaba muy confiado a saltar por la ventana del edificio, solo se dejó llevar, no le daba miedo caerse, pero de todos modos quería ir donde ella lo llevara en ese momento, de igual forma no tenía mucho que hacer, respondería con un asentir de su cabeza cuando esta da la idea de ir en busca de un lugar mas calmado.-[/code]
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- Momo, Momo Velia Deviluke - Resonaría aquella azucarada vocesita mientras su indice se situaba sobre sus propios labios en una delicada señal de silencio, con cuidado tomaría con su diestra la zurda ajena para posteriormente dar un pequeño salto junto con este hacia el borde de la ventana de aquel edificio para guiarlo de la mano para lograr saltar a su lado mientras un par de inmensas alas negras brotaban nuevamente de su espalda. - Vamos a un lugar mas privado, ¿si? - Cuestionaría sin esperar respuesta sosteniéndole con fuerza para poder volar a través del brillante cielo azul hasta aquel lugar en el cual habían logrado tener su primer encuentro.
[code]-Al escuchar lo que ella dice, puede dar por hecho de que la joven ya se había vestido con la camiseta que él le había entregado, tan solo volteó y le miró por un momento, pero a pesar de todo seguía mostrando aquel sonrojo decorando sus mejillas, no pudo evitar mostrar una sonrisa algo amplia al notar lo energética que era la chica y bueno, ¿por qué negarlo? Le gustó verla con su propia camiseta, elevó su diestra para colocarla sobre su propia cabeza y así rascar un poco esta por lo nervioso que estaba.-[/code]
Ejem, te queda muy bien...eh...¿cual es tu nombre, chica rosa?
[code]-Cuando respondió se notó un tartamudeo al preguntar lo último, ya que pensó un poco y en ningún momento prestó atención cuando mencionaran su nombre.-[/code]
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Aquel joven despertó cierta curiosidad en la tercera princesa que no podía evitar sentir ternura por el humano frente a ella, su cabeza recibió el impacto de aquella prenda que se le había prestado para cubrir aquel bien formado cuerpo a pesar de sus 15 años de edad, cuidadosamente la coloco sobre ella quedándole ligeramente grande sin embargo debido al curioso menear de una alargada cola en su espalda baja esta se elevaría sutilmente permitiendo ver un poco de su encantadora ropa interior rosada. - A que se me ve bien - Sonreía muy ampliamente dando un giro sobre su propio eje intentando modelarla.
[code]-No sabía que hacer exactamente, pero por un momento olvidó que la chica estaba con ropa interior en su parte superior y volteó por un momento para responderle, en ese instante le miró y se sonrojó de sobremanera para voltear nuevamente y darle la espalda, sin pensarlo dos veces, se quitó su camisa negra y la lanzó hacia atrás intentando que esta cayera sobre la chica y ahí mismo respondería.-[/code]
Vístete, todo mundo te mira como si quisiera comerte, rápido.
[code]-Diría claramente muy nervioso intentando calmarse hasta el momento en que ella decida ponerse aquella prenda negra.-[/code]
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-La que debe disculparse por provocarle tantos problemas soy yo, ¿se encuentra bien? ¿no le he hecho daño? – Con cuidado fue incorporándose, descendiendo sus manos hacia sus costados de tal manera que se lograba exhibir aquella delicada prenda rosada de encajes, su cuerpo se arqueo sutilmente hacia enfrente buscando con aquellos grandes y redondos ojos los ajenos, aquel joven frente a ella carecía de perversidad y su inocencia enternecía a la tercera princesa olvidándose por completo de todos alrededor casi como si solo existieran ahora él y ella.
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El tiempo parecía haberse detenido en aquel primer encuentro predestinado, el cuerpo de la peli rosada aun temblaba bajo el ajeno con un rubor mucho más notorio iluminando sus blanquecinas mejillas mientras que su corazón resonaba en fuertes latidos y su respiración se entre cortaba mientras poco a poco aquella calidez se iba desvaneciendo a medida que el peli negro se retiraba de sobre ella, la amabilidad y caballerosidad de sus palabras hicieron eco en sus adentros arrebatándole así una enternecida sonrisa.
[code]-Cerró de inmediato sus ojos y poco a poco intentó levantarse de encima de la chica, una vez de pie, retrocedió del mismo modo y luego se volteó, olvidó por completo a las demás personas que habían ahí, solamente abrió los parpados y se quedó ahí quieto por un momento, pensando en que hacer en ese instante.-[/code]
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-P-Por favor no me mire de esa manera…. – Susurraría con aquella azucarada vocesilla mientras ladeaba la cabeza hacia un costado, aquel esbelto cuerpo de proporciones desarrolladas para su corta edad se encontraba celosamente cubierto por la falda del uniforme escolar y un encantador sujetador rosado de encajes era ahora la única prenda que cubría su parte superior, sus brazos se rodearon así misma mientras intentaba calmarse y no cruzar su mirada con la ajena pues provocaba que floreciera sentimientos que no sabía cómo interpretarlos o cómo reaccionar ante emociones nuevas.
