Levantó una ceja ante la negativa respuesta que dió la enana a su orden. No se iba a quedar así, claro está. Se acercó hasta ella y la levantó como princesa, acostándola así en la cama. Parecía que Damian también tenía fiebre.

— Y NO te muevas de allí ¿Entendiste... Anya?

Entre una cosa y la otra una Anya muy mareada termino en un parpadeo en la habitación de Damian. Miraba de un lado a otro mientras él le ordenaba que se recostase en la cama pero ella no hizo más que negarse con for remolinos en sus ojos.

— Te espero aquí paradaaah...

— Ni hablar, me acompañarás ahora mismo a mi habitación.

Sin pedirle permiso, la tomó por la mano sintiéndola muuuy caliente ¿Por que lo hacía? ¿Por que ayudaba a esa enana molesta? La llevó hasta su habitación en el campus de la escuela, afortunadamente alguien ya había arreglado su cama.

— Acuéstate ahí, voy a buscar ayuda.

— ¡Estoy bien!

Si se sentía algo boba y la cabeza le daba vueltas pero debía mantener su puesto como imperial. Además se puso aún más caliente y más roja de la cara al escuchar aquello, cuánta amabilidad por parte del segundo la hacía sentir rara.

— No es necesario

— ¿Un poquito? Esto es mucha fiebre. Ven, vamos a mi habitación, te recostarás en mi cama mientras llamo a la enfermera.

— ¡No tengo fiebre! Solo estoy un poquito caliente, estoy bien

— ¿Por que vienes a la escuela con fiebre? ¿Acaso eres tonta...?