Con su transformación en forma humana, Anubis muestra su capacidad de adaptación y comprensión del mundo de los mortales. Aunque sigue siendo un dios, se acerca a los humanos para observarlos y guiarlos en su tránsito hacia el juicio final. Su presencia como humano trae consigo un sentido de cercanía y conexión con aquellos que buscan su orientación y protección.