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AntonellaBlack · 26-30, F
La miro sin remedio alguno, Antonella no quería eso pero que más iba hacer? Nina era correcta en ese aspecto, solo sonríe levemente alzandose de hombros.

— Te va a decir que me lleves de inmediato a casa, está furica conmigo... Mejor no...

Si le habían dado una paliza en el bar, conocía perfectamente a su madre, el honor japonés y la deshonra era un tema fuerte, Antonella sabía lo que le esperaba al pisar esa casa.

Se acercó al auto entrando, solo deseaba llegar a dónde fuese.
— Si...

Responde con su respiración jadeante por esos besos que acababa de recibir siendo para Nina una sorpresa.
Perdía la voluntad de decirle que no con sólo ver sus ojos. Por esto sonríe un poco aturdida por todo, va hasta la puerta del auto invitándola a subir.

— Pero le enviaré un mensaje a tu madre avisándole que estas conmigo.
AntonellaBlack · 26-30, F
Las manos frías de la azabache jalan las mejillas de la pelirroja atrayendola a un beso agresivo y dónde la italiana drenó, su respiración fuerte se marcaba, pero no la alejaba, la soltó respirando jadeante.

Miro a la rusa y la volvió a besar abrazandola fuerte está vez, intensificaba sus besos alejándose nuevamente.

— Vamos a un hotel... No quiero ir a mi casa... Solo necesito un descanso de todo esto... ¿Si?...

La miraba calmando su respiración, Antonella tenía esa mirada suplicante a su pelirroja.

— Solo quiero estar en tu pecho está noche... Solo tu y yo... No me importa el resto...
Aquella joven podía ser callada y tranquila, pero en ese momento ya no pudo guardar la calma. Antonella presionó todos sus botones haciéndola estallar por fin.

La tomó fuerte por los hombros, le dio una sacudida brusca mirándola furiosa.

— ¡Deja de ser tan estúpida e inmadura! Ya no somos niñas, ya hemos crecido y no es momento de ser rebelde. Eres la chica más inteligente y bonita que conozco, mucho más que yo incluso. ¿Tengo que sentir pena por ti? Para nada.

Toma una bocanada de aire, le caían cabellos rojizos por la frente al estar en movimiento, tan agitada.

— Si tu dejas de existir, yo dejo de existir... egoísta. Debería dejarte sola para siempre pero tienes suerte de que te amo como nadie. ¡Me haces actuar como una loca! Ya enfócate de una vez, no voy a estar siempre aquí, Antonella...
AntonellaBlack · 26-30, F
Soltó otro pesado suspiro, allí cayó en cuenta que estaba actuando de forma estúpida. Niega para si misma mirando el suelo.

— ¿Sabes? ... Siento que tengo muchas cosas encima... Me entraron celos y todos estos sucesos me tienen irritada... Perdón... Mi mamá me anda amenazando últimamente con la herencia, con las empresas, estoy agotada... Se que mientras más me atacan o me obligan a cosas, me pongo rebelde... No ando en si Nina... Lo siento...

Se alza de hombros con el semblante triste y decaído.

— Siento que solo debería dejar de existir... le haría un favor a todos... Soy solo un problema.

Eleva su mirada a la rusa, lo menos que quería era meterla en problemas.

— No debí llamarte... Nina lo siento...
El parpadeo rápido y confuso de Nina iba acompañado de una sacudida de cabeza, negando.
Alzó sus manos a la altura del pecho, haciendo un gesto para que la azabache se quede donde esta.

— No seas tonta, te llevaré a casa pero antes quiero hablar contigo Antonella.

¿Por dónde debía empezar? Sentía que Nella estaba irritada y cansada, no podía atacarla. En calma la observa y suspira.

— Lo que hiciste fue noble pero no puedes exponerte a esas situaciones...como estar en un bar a estas horas siendo quien eres. Si, se que no debo decirte nada ... no soy tu madre pero me preocupa cómo estás actuando últimamente.

Luego se acuerda la mención de los chicos. Esto le hizo reír por lo bajo, no pudo evitarlo aunque se tapaba los labios.

— Y...¿Estás insinuando que coqueteo con cuatro alfas a la vez? Anto, eso es ridículo. Estoy marcada, mi aroma los aleja. Ellos son los becarios en la empresa de mi padre, les estaba ayudando con el idioma...
AntonellaBlack · 26-30, F
*

— Lamento haberte despertado. Me iré a pie.
AntonellaBlack · 26-30, F
— Es obvio que no quiero más problemas y la única persona en la que confío es en ti...

Suspira pesado colocando su mano en su frente por el dolor de algunos moretones, mira a la pelirroja y se relaja un poco. Antonella solo quería gritar de la frustración que sentía.

— A mi me duele que cuatro malditos alfas se te acerquen y te pongas de linda con ellos...

En realidad Antonella había estado tan estresada que había mal interpretado lo que había ocurrido con Nina y esos cuatro chicos, pero para Antonella todo era un caos por el cumulo de cosas que tenía encima.

— Defendía a una chica en un bar, un tipo se le quiso pasar de listo y me metí. Me ignoro burlándose, me enoje y le parti una silla por la espalda, allí inicio todo, terminamos en golpes fuertes hasta que me puso todo su cuerpo encima hasta ahorcarme... Luego otros hombres lo quitaron de encima y hubo más pelea hasta que llegó la policía... Y allí fue que te llamé

Lanza el cigarro al suelo apagandolo con el pie
Quería darle un buen golpe en la cara.
A veces esa chica le desesperaba, con esa actitud de perro con rabia.
Pero Nina sabía que ese comportamiento suyo tenía motivos, por eso se mantuvo tranquila. O lo intentaba.

— La policía me llamó a mi, eso me hace tu adulto responsable. Hiciste que me levante en medio de la noche, mañana tengo algo que hacer temprano. Entonces me lo debes, ¿qué pasó?

Se cruza de brazos por el aire fresco que circulaba, parándose frente a la azabache. Estaba preocupada por las marcas que veía en su piel.

— Ya no hablas conmigo como antes pero me llamas si estas en un problema. Eso me duele...
AntonellaBlack · 26-30, F
Era al rededor de la una de la madrugada, Antonella se recuesta en el auto de Nina sacando un cigarro y su encendedor. Enciende el cigarro dando una calada larga echando el humo al elevar su rostro al cielo.

— A ver... Mamá Nina ¿Estás practicando para cuando seas madre o que?

En los últimos meses todo estaba siendo muy desequilibrado para Antonella, estaba peleada con Nina por celos de otros alfas que se le andaban acercando, entre otras situaciones en su casa. Su madre le había castigado con el tema de la empresa, en fin.

Dió otra calada bastante profunda, Nina sabía que Antonella cuando estaba muy pero muy estresada recurría a fumar.

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