Sonríe divertida tomando sus manos para besarle el dorso.

— Soy feliz contigo y nuestros retoños ~

Acaricia sus manos con mucho cariño.

— No es terrible, cierra la boca. Amo verte en ellos ~

Sonríe enternecida y feliz por escucharla expresar sus deseos. Antonella suspira enamorada sin dejar su sonrisa.

— Solo deseo que se parezca a ti... Suficiente con Ciro y Alex (?) Es como verme multiplicada, terrible

— Quiero... Sería la última. Una pequeña italorusa.

Ríe. No sabía si esa era la manera correcta de decirle.

— O un niño lobo ~

Vuelve a decir la pelirroja, solo para molestar.

— Amor pero aún es del tamaño de un durazno! Quizás es una niña ...

Le miro divertida ¿Por qué Nina estaba así? Nella solo la apego más a su cuerpo mirandole enamorada.

— ¿Quieres una nena? ~

Nina frunce los labios pensativa y chasquea la lengua.

— Nada de eso. Quiero una niña... Las niñas son más tranquilas y dulces y... Dame una niña. (?)

Estaba terca, más terca de lo usual. Nunca había exigido el sexo del bebé.

Le mira con cara de chino apostando, no le gustaban esos chistes, más por la loba zarnosa que decía que la iba a matar "supuestamente" (?).

— Entonces, salió más alfa de lo usual (?) Amor seguro sale rojito como tú y tenemos otro rojito pero está vez afelpado (?) Un lobito ruso ~

Le muerde suave su brazo amorosa, sus manos soban el vientre ajeno que lo sentía abultado.

— ¿Engañarte con...? ¡Antonella!

Entre risas Nina voltea un poco el rostro para verla. Le gustaba cuando su esposa se ponía como una niña caprichosa y celosa.

— El bebé me hace sentir muy débil. No me había sentido así con los anteriores, por eso digo que es un lobo. (?)

— Era muy peludo el abuelo (?)

Aguantaba la risa para no reír, la atrae por las caderas sentandola en sus piernas. Antonella le mira sonriendo divertida, sin embargo su expresión cambio un poco.

— Espera, conozco a una loba zarnosa... Si mi hijo sale lobo fue porque me engañaste con esa perra.

Arruga su ceño colocando su menton en el hombro de ella y apretando suave sus brazos por el rededor del vientre de su esposa amada.

— No, loco no. Lobo amor... Auuh, ya sabes.

Se acaricia el vientre despacio. Lo cierto es que ese embarazo la tenía debilitada y como no podía trabajar, se la pasaba leyendo tonterías. (?)

— Si es un varón será un lobo. Es una maldición de la familia Ivanova, mi Tatara abuelo padecía de lo mismo (?)