— Hoy suenas como galán de telenovela. Pero a ti te queda bien ~

El roce se volvió un pequeño beso. Dulce y suave, animando a Nina a dejarle más besitos en sus mejillas.

— ¿No?... ~

Esos labios suaves y traviesos hacían que Antonella quisiera más de estos. Roza sus labios con los ajenos sin perder la vista de la mirada ajena.

— Ese sonrojo que solo yo te provocó... Me gusta como te queda, esposa mía... ~

Es apretada, y ésto le gusta. Ladeó su rostro besando la comisura de esos labios.

— No sé de qué hablas... ~

No aguanto, la tomo por las caderas apretandola a su cuerpo, ambos pechos estaban unidos.

— Querida... Ese tono carmín combina con tu cabello ~

Al oírle enrojece en las mejillas. Se sentía tocada por esa mirada gris y galante.

— No voy a negartelo, cariño ~

— Cuando lo hacemos es distinto ~ Además, enloqueces cuando insulto en la cama

Se muerde los labios detallandole el cuerpo.

— Mas te vale. Porque a veces dices algunas cosas... Incluso cuando lo hacemos. Boca sucia. ~

— Delante de los niños no hablo así. Solo para los adultos (?)

Le deja besito a la punta de su nariz.

— Eres un mal ejemplo para los niños...

Besa su frente.

Si me das un besito lo cuido