Nina estaba tan encantada mirando a Nella que no reparó en el rostro de Luka, sin embrago le vio alejarse hasta la puerta de salida.

— Cariño yo... Intentaré entablar una conversación con él...si no vuelve a rechazarme. Llámame ¿si?

Soltó la mano ajena, volviendo a dejar un beso en los labios de la italiana. Se alejó tras él, persiguiendole como siempre lo hacía.

Se inclina un poco para dejar un beso a los labios de su novia.

- Te amo... mucho...

El hermano de la pelirroja justo les paso al lado dejando una mirada no muy agradable.

— Es una buena idea, avisame y vendré a buscarte.

Esboza una sonrisa cariñosa que no desaparece al ver el pequeño chocolate que le ofrece, tomándolo.

— Ellos te consienten a ti y tu a mi. Gracias mi amor ~

La azabache alza la mano de ella y da un beso a su dorso mirándole.

- ¿Y vamos a cenar? me parece una buena idea... ya estoy cansada de ver señores gordos amigos de papá haha... me dieron esto

Saca de su bolsillo algunos chocolates y le da uno a su novia.

- La consentida de la empresa... ya sabes

— ¿Te ignoró? Bienvenida al club.

No sonaba molesta ni angustiada, poco a poco se adaptaba a la indiferencia de su hermano.
Nina entrelaza sus dedos con los ajenos.

— ¿Quieres que venga por ti más tarde?

- Oh si, divertidísimas...

Su mirada se pone un poco mas seria tomando con sus dedos la mano contraria.

- Esta aquí... en reunión también pero a un piso de mi, adivina... me ignoro

Sonríe un poco más, se inclinó besando rápidamente la mejilla de Antonella.

— Imagino que esas reuniones son... interesantes.

Agrega observando el cenicero. La rusa mira discretamente hacia el costado.

— ¿Te cruzaste con Luka?

- Hola amor... hm... no lo hago...

Busco un cenicero cercano para extender su mano y apagar el cigarrillo, volvió a mirar a la pelirroja.

- Estaba en reunión pero ya salí ...

Le había observado desde hace un rato, hasta que dirigió sus pasos hacia ella. Nina curva los labios en una sonrisa leve, podía notar las miradas en torno a ellas así que no haría una escena.

— No sabía que fumabas.