Corresponde aquél beso tan adictivo, muerde el labio de su esposa jalándolo suave.

- Sabes calmar fieras ~ y fieras con cuchillos (?)

Satisfecha con su respuesta la pelirroja atrapa ahora el rostro de Nella entre sus manos, acariciando sus mejillas con los pulgares.

— No importa, mi amor... Conseguiré uno nuevo. Lo importante es que ya estás de regreso...

Sonriendo coqueta luego de hablar, alza el rostro y la besa en los labios suavemente.

Continuaba besando el medio de sus pechos dejando ahora mordidas suaves a su cuello y lamidas a su lóbulo.

- Me estas distrayendo de mi molestia... eso si...

Se sentía mejor, claro esta y la actividad que harían le quitaría muchas cosas, era un buen plan el que Nina le había ofrecido.

- Me gustaban los tirantes pero las ganas pudieron mas.... era un lindo encaje ~

Entre algunos suspiros la pelirroja sonríe; Nina se dejó hacer aunque sin quedarse quieta. Ambas manos de la rusa se colaron despacio bajo la camiseta de su esposa acariciando su sedosa piel.

— No te estoy provocando, te estoy ayudando...

Comenta bajando la voz y atrayendola más hacia si, estremeciendose bajo el cuerpo de la italiana con cada lamida y beso recibido.

— ¿T-te estás sintiendo mejor?

La azabache se reincorporo sentándose en aquel colchón, toma el cuchillo con cuidado y con una mirada cómplice pasa el cuchillo por los tirantes con cuidado, deja caer el cuchillo al suelo para abrazar a su esposa y tumbarla a la cama, con sus dedos en la espalda, retira ágil los encajes de atrás liberándola del brasier mirando sus pechos, hace a un lado la prenda para besar el medio de su pecho hasta subir dejando lamidas.

Le observa con una sonrisa, le encantaba aquella mujer y toda su fisonomía, la azabache bajo nuevamente dejando algunas lamidas y succiones a sus pezones relamiéndose los labios.

- ¿Por que me provocas de esta manera amore mio? ~

Pasa su mano por la pierna ajena en caricia estando encima de ella a la altura de sus senos como si de un vampiro sexual se tratase.

Le mira con una sonrisa cómplice de su picardia y luego, vuelve sus ojos esmeralda a aquel filoso artefacto.

— Podrías usar ésto para despedazar un pollo o podrías...
Nina toma la cinta de su bata y la retira. Desde esa posición, la azabache podría apreciar el busto de la pelirroja cubierto por su sujetador de encaje.

— Podrías cortar éstos molestos tirantes...

Enarca su ceja mirándole desde el regazo de ella.

- Te ves sexy así con ese cuchillo.... pero ¿Y de que formas me puedo descargar? ~

Lo decía en un tono pícaro.

— Oh milaya... Pero confía, tal vez tu padre tiene razón.

Se inclina besando su frente y luego, una nueva caricia aparta algunos cabellos del rostro ajeno.

— Si estás frustrada no debes apuñalar almohadas amor, hay otras maneras de liberar tensión.

Dicho ésto, la rusa toma el cuchillo jalando y lo observa un poco.

— Corta bien las telas, interesante.

La azabache hace puchero y se le recuesta en el regazo a su esposa.

- Mi padre me hizo prestarle dinero a un idiota y sé que no me lo van a pagar, entonces quiero matarlo por eso acuchille la almohada (?) pero no lo matare porque no... es malo y... sé que tengo dinero para regalar pero a ese bastardo no!

Frunce su ceño.

- Mi padre confía en que es un buen muchacho y que se estar rectificando

Se hace un poco hacia atrás al ver ese inusual ataque de cólera, muy inusual en la azabache.
Nina no había entendido ni una sola palabra y se avergonzaba de ello.
¿Qué clase de esposa era incapaz de entender un berrinche en italiano? Pues ella.

— Nella... pero respira, calma...

Estira la mano acariciando su acalorada mejilla y le sonríe amorosa.

— De seguro encuentras una solución a... eso que dijiste. (?)