— armadura fuera de aquí AHORA.— La última palabra fue una sentencia clara, y lo hacía evidente al apenas haber rozado los labios de Tony, separándose cruelmente al dejar el fantasma de un beso flotando en el aire.— O todos esos maravillosos planes que tienes los tendrás que llevar a cabo con la armadura como tu única acompañante. —Y para añadir un extra de crueldad, sus ojos pasaron de ofendidos a un apacible gesto a juego con una lánguida sonrisa surcando en sus labios al apenas susurrar en el mismo tono seductor que él usó antes.— Entre otros. —Sabía como jugar sus piezas; dirigía las Industrias Stark ¿Cómo no iba a saber qué puntos tocar con Tony para hacerlo ceder?
Se apartó de lleno, dejando en incógnita aquello, pues pasó por su costado, perdiéndose por el pasillo fuera de la estancia.
Contaría los segundos antes de escuchar el traje liberándose, era un hecho. [/c]