Al ver que ella le prestaría atención liberó lentamente su brazo del agarre. Notándose en su rostro vergüenza y con un ligero tartamudeo respondió. ─ O-Obviemos ese tema, ¿te parece?─ Recuperó su tranquilo rostro y prosiguió con su petición. El día era soleado y el tiempo libre le desesperaba un poco. ─ Me preguntaba si querrías entrenar conmigo; no domino muy bien el combate cuerpo a cuerpo. A no ser que estés ocupada, yo lo entenderé. ─