Levantó la ceja derecha, entre ofendido y dudoso de la respuesta obtenida. Y aún así sonrió, con galantería y picardía.— Pues, que papás tan feos tienes. Aunque hay que reconocer que hicieron un rico bombón. —Sonrió más, y aprovechando la oportunidad acercó su rostro al de ella hasta que podía sentir su respiración. Rozó su nariz, punta con punta, y poco después acercó sus labios a los ajenos pero, antes de establecer un contacto firme se apartó.— Nah, ¿realmente creíste que te iba a besar? Si que te traigo loquita, Annette.(?)