Murmuró Ann, no pudo evitar que pequeños gemidos de placer escapasen de sus labios moviendo las caderas de arriba a bajo ansiosa por sentirlo más a dentro dentro, penetrando su ajustado y estrecho ano. —¡¡AHHH!! ¡Ábreme bien el culo! Profirió la delicada y tímida hechicera completamente enloquecida, suplicando por que le metiera toda su verga en aquel estrecho agujero.
Cuan delicioso era el sonido de sus nalgas al asoyra sobre la piel de su amado, pero lo era aun más escucharlo gemir, algo que le hacía erizar la piel así como sonreír plena, satisfecha y feliz por logrará ese glorioso placer en su amado. —M-Mmmmm qué rico se escucha... Se siente delicioso. Baja y sube de igual manera al saltar no tenia ninguna intención de parar sin embargo el escuchar que se correría la libero haciendo más fuertes sus movimientos hasta que terminase. Sonriendo feliz con la reparación agitada aun sin recuperarse del todo lo resibio gustosa compartiendo la entrega en aquel apasionado beso qué compartieron acaricuandole el rostro amándolo con cada tacto de sus dedos sobre su rosto suspirando por que su sol simpre brilla con mucho más intencidad al estar juntos. — Te amo mucho mi amor... Eres increíble el más fabuloso hombre que existe en este mundo.
[i][center]—Ohh Mierda… Disfrutaba como aquel delicioso sentón tragaba su verga de una sola embestida, disfrutando de sus voluptuosos glúteos, el masculino la guiaba mientras la erótica estimulación en sus testículos se haría notar, dejando al varón inmerso en un rostro poseído por la lujuria y la obsesión por poseerla. —Ahh… ah…. Argg… Sus gimoteos eran una sonata dulce y entregada al goce de su carne, lagrimeando por su polla enrojecida de tanto placer que la mujer le entregaba con cada profunda penetración. —Me corro de nuevo mi amor… Ahh… ARRGG… Su grito consumado era la muestra de su sincera entrega, llenándole le culo de su leche espesa y cremosa, mordiendo sus labios hasta que un jadeo cansado parecía darle fin a su robusta erección que se rendía ante el soberano culo de su mujer, devoto de su cuerpo, se abalanzó sobre ella para amarla con un beso apasionado en sus labios, sonriendo con una expresión resplandeciente, con un brillo que emularía a los rayos de mismísimo sol. —Te a
La energía de su novio parecía no perderse y eso le motiva a no parara pese a las corridas de ambos, lo mojado de su ano y vagina, la humedad de su piel el sonrojo de sus mejillas, el cabello alborotado se monto sobre Nier dándole la espalda para que pudiera apreciar mejor la forma de sus redondos y voluptuosas nalgas. —Sí mi amor... Es más haré un truco de magia para ti, mi amor.... Dijo ella sonriendo al mirar a su amado justo antes de elevar sus caderas tomar ambos glúteos por los costados tirando de estos para abrir su entrada y deslindarse suavemente sobre la verga dura y lustrosa. —Ahhh! ¡Que rica! Como me fascina tu verga mi amor.. — soltó sus glúteos emoenzando a mover sus caderas con el enorme trozo atrapado por completo en su ano meneandose de lado a lado en forma de círculo antes de empezar a subir y bajar dando fuerte y constantes dando brincos fuertes que simulaban a estar aplaudiendo por cada choque de sus nalgas.
El varón mantendría una penetración constante, notándose en el sudor de su cuerpo que lentamente brotaría de su piel. —No voy a dejar a este culo en paz, tienes harta leche que sacarme mi amor… Replicaría aun jadeante, acomodando a su hembra de lado, abriéndole las piernas mientras enfundaba su verga en aquel delicioso orificio dilatado. —Ahh… ah… argg… Cómo gemía con semejante culazo, dejando que su penetración se mantuviera firme y constante, ensartándola hasta liberar su preciosa lluvia dorada, bañándola por completo con el aroma de su esencia masculina, recostándose sobre la cama para invitarla a tragar de él. —Es hora de que me montes hasta hacerme llorar mi amor, apúrate, te lo ruego… Describía entre tenues gimoteos, con su verga aun erecta y brillosa, ansiosa de su mujer.
Ann ya solo podía segir gimiendo sacando la lengua qué escurría de saliva mientras lucha por mantenerse firme para no desfallecer con tan violenta forma de montarla, sintiendo también como todos las atenciónes de su novio sobre su cuerpo la hacen sentir una diosa privilegiada de ser así de complacida y adorada por un hombre como él. —¡¡NIER!! Grito incapaz de lograr contenerse más echando la cabeza hacia el frente solo perderse en el placer y la humedad qué ahora escurre por ambos orificio.
Su cabalgata era abrupta y demandante, describiendo fuertes embestidas, mientras ensanchaba amorosamente la hendidura anal, su galope no parecía darle tregua a la mujer, que, aprovechando su postura, no dudó en atormentar deliciosamente a un excitado clítoris, frotándolo con entrega y devoción, estirándolos con rudeza mientras lo golpeteaba entre palmeteos que generaban un /clab, clab, clab, clab/ entre sus piernas, besando sus labios, manoseando sus enormes senos con sus robustas y vellosas manos. —Ahh… Qué rico mi amor… Soy esclavo de este culo… Replicaría con un jadeo inquieto y notablemente sugestionado, ensanchando su argolla, dejando que su segundo orgasmo llenara su tubería anal, mordiendo sus propios labios, hasta exprimir toda su leche al interior de su ano dilatado. —¡Mierda!
Uhmmm..... Que rico. - Murmuró mirando a su hombre acariciando le las manos qué glosas y descaradas aprietan sus pezones estimulando aun más su cuerpo que estaba en un estado de extasis total , con las piernas al aire gimiendo y jadeando disfrutando del delicioso frote en su vagina qué se contraía gustosa, mientras que su cuerpo parece que danza bajo él , mordiendose los labios constante mente solo para conseguir aguantar el orgasmo qué llego junto a él dejando salir todos sus caldos. Respirando agitada aun fue a donde le guía Nier acomodándose firme para recibirlo nuevamente sin importar lo sensible qué estaban las palabras que el dijo le hicieron erizar la piel pues ella también tenía deseos de ello. — Ahhh!... Si, si mi amor....¡Culo! Ann tiro de los costados de sus nalgas para que el mirarara su ano haciendo bizcos mientras sus enorme verga se pierde en estrecho orificio. - si... Ábreme bien el culo mi vida... ¡Te adoro! amor..... Que rico me coges.♡
[i][center]Su martilleo incesante le aplasta todo el cuerpo, disfrutando del rebote de sus enormes tetas que atrapaba entre sus manos, describiendo un frote lascivo, pellizcando abusivamente de sus endurecidos pezones, jalándolos con arrogancia mientras se encargaba de abrirle el hueco del coño con súbitas embestidas, rápidamente su primer orgasmo se haría presente, consumando en una potente vaciada que se perdía al interior de su vagina, rebosando con un chorro espumoso y blanquecino. —Ohh… que rico mi amor… Replicó sin dejar de perder el ritmo, tomándola de los pelos para postrarla en “cuatro patas”, montándose sobre ella, aferrándose a sus senos, mientras le comía el cuello con mordidas caprichosas y demandantes, bombeando nuevamente su coño con una inserción constante y revoltosa. —Culo…mi amor, culo ya… El varón no soportó las ganas de romperle el culo a su mujer, dirigiendo la cabeza del pene hacia la apretada hendidura, ensanchando su orificio a grosor de su hombría. —Cómo te ad
Se re lamia los labios limpiando estos con el dorso de su mano incapaz de hablar solo intentando tragar aquellos restos de jugo preseminal frotando su garganta por unos segundos, una vez lista miro a su hombre ahí entre sus piernas, tan perfecto y dominante. —Adoro esta vista. —Murmuró sonriendo recorriendo el cuello de Nier con su mirada hasta llegar a su grandiosa verga qué amenaza con hundirse en su vagina ya lista para esto hizo un gesto como un puchero al ver que no lo metía..—ah! Amor.... Eres malo. — la ansiedad se apodera de los deseos de Ann quien sentía como sus labios vaginales palpitan y sus paredes vaginales se contraen casi con la misma ansiedad con que apretaba las manos en las sábanas. Fue en ese momento de más frustración en que al fin se perdió en su interior haciéndola elevar las caderas como si hiciera falta para que entrará por competo. —Ahhh! Si, si mi amor... ¡Tuya! Cerró los ojos consentrada solo en la penetracion en como sus paredes vaginales parecían adherirse
Rápidamente el varón le abrió las piernas a su antojo, acomodándose a su gusto sobre la voluptuosa mujer, dirigiendo lentamente la punta de su pene hacia la entrada de su coño, jugueteando con su abertura, introduciendo tímidamente la cabeza del glande sin forzar una penetración, buscaba romper el espíritu de su amante, haciéndose desear con una sonrisa infame y perversa, acariciando su rosado clítoris que no dejaba de consentir con una presión fuerte de sus dedos, estirándolo a su antojo, disfrutando de la ansiedad de su mujer que parecía lloriquear por el vacío que aún persistía en su cremosa vagina, un vacío que acompañaba el palpitar hambriento de sus labios vaginales que no aguantarían mucho por tragar de su hombría. —Despacio… Murmuró con ese tono arrogante y encantador, hasta complacer a su hembra con una penetración limpia y profunda, saboreando de la textura de sus fluidos que le permitían su avance hasta el fondo de su hueco. —Mía.
