« Back to Album
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
La itako sonrió a cuenta nueva, tanta paz le traía las palabras del castaño qué incluso a veces le frustraba un poco no ser tan expresiva y sin embargo él... siempre estaba dispuesto a demostrarle tal afecto. Así elevó sus delicadas y blancas manos para posarlas sobre los hombros de su adorado Shaman y brindarle unas suaves caricias con la yema de sus dedos. — Eres realmente maravilloso, Hao— Confesó aún con una absurda timidez pero de todo corazón.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment