-curveo sus labios en un gesto de confusión al escuchar a ambos seres que le hablaban -

Mas le vale no ponerle un dedo encima al chico, o personalmente podría romperlo sin problema alguno. Solo dime y pondremos fin a ese hijo de perra sin problema alguno.

— Hablaba en un tono serio, pero su pelaje esponjado denotaba cierta atracción hacia la forma humana del arácnido además de intentar cubrir su rubor con el sombrero —.

Siempre hago que un lindo macho se sonroje. Aunque cómo Araña tambien eres precioso. Sientete orgulloso de tí mísmo.

-oculta entre sus manos sus mejillas sonrojadas, se esforzó mucho por lucir agradable y no como una masa de carne repugnante como su padre siempre le decía -

Lo sigo en serio... Eres muy hermoso. Todo un Afrodita.

-Sonrié muy feliz, mirando con sinceridad a su familiar.-

Lo.... Dicen... ¿en serio?

-apoyo las manos cerca de su corazón emocionado-

Que hermoso eres en tu forma humana, Angel.