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31-35, M
Millonario Egocéntrico. Buen Azabache.
About Me Notes
About Me
[Detalles de un Aleeksev.] [Ficha.]
Edad: 26 años.
Sexualidad: Heterosexual.
Nacionalidad: Rusa/Americana.
PERSONALIDAD.
Alexander fue lo que en algún momento todos los hombres han envidiado: rico, poderoso y con todas las mujeres que haya podido imaginar nunca. Pero detrás de tales hazañas estaba un muchacho altamente egocéntrico, seguro de sí mismo y con un dominio absurdamente alto de la lógica y las matemáticas. A su vez, era reconocido por su gran carisma, otros le reconocían por haber sido capaz de manipular cientos de personas con tal de obtener un beneficio; o simplemente por la diversión y placer que esto le provocaba al varón.
En las revistas y periódicos había sido tachado por estafador, por corrupto y lo que más risa le causaba, por narcisista. Su sentido del humor careciente de sentimientos, y rico en sarcasmo era lo que le había llevado a tales acusaciones (que no eran del todo falsas, pensaba él). Suceptible a la pasión, y sin conocimiento del concepto tan famoso del “amor”.
Desde pequeño había desarrollado una actitud amable hacia las personas, aunque se tratase de una máscara sabía actuar perfectamente de esa manera; la preocupación por sí mismo estaba por encima de cualquier otra persona, mas, su familia mantenía un gran valor sentimental dentro de él; claro, la familia simbolizaba la lealtad, honor y humildad que un hombre pudiere concebir. Bajo estos principios sus únicos intereses eran enriquecerse él, hasta conformar una familia y sin perjudicar a los que le quedaban.
Nunca entendió el concepto de seducción, pues dentro de él el naciente deseo del conocimiento y el poder efervecían como la lava de un volcán. Sus pensamientos tan egoístas solo miraban la constante creciente de sus ingresos y de vez en cuanto se detenía a pensar en una que otra mujer a la cual complacía y dejaba ir. Tan claro, tan envidioso era aquél hombre, cuyos deseos y anhelos eran codiciosos.
Su hermano mayor, la única persona capaz de hacerlo enojar y calmar en un instante; compartían una característica y era el hecho que su paciencia duraba apenas unos segundos.
Se había convertido ya en un hombre de temer, altamente poderoso y dispuesto a asesinar para quitar a los “estorbos” de su camino. Su indiferencia hacia las personas ajenas a su afecto era sorprendente, pues la misericordia no era conocida por el muchacho si este no veía un beneficio detrás de su ayuda.
FÍSICO.
Alex es un chico que no tiene nada que envidiar a nadie, su inmolado cuerpo que ha soportado las disciplinas de gran número de maestros en artes marciales le ha propinado un cuerpo escultural, y está altamente calificado para el combate.
Sin tatuaje alguno que manchase su cuerpo practicaba la natación como deporte principal en su momento. Pocos años después, siguiendo los pasos de su hermano ingresó en las peleas MMA, y su impacto fue absolutamente grande, aunque esto no le evitaba sentirse bajo la sombra de su hermano mayor quien era el actual campeón de la UFC; esto tan solo le motivó a enlistarse en una rivalidad con el mayor con el objetivo de arrebatarle el título.
Su gusto de ropa siempre fue algo que llamó la atención de la sociedad, y grupos a los que solía unirse, solía vestir un smoking o ropa sumamente formal; no se trataba de querer dar una buena imagen suya, sino que era su mayor gusto. En distintos casos esto fue motivo de disputas con pandillas; “¿Vestir un traje en un barrio como este…? Yo no lo haría si fuera tú”. Noticias iban y noticias venían sobre violencia por parte del varón. Jeans de mezclilla, camiseta de botones y botas que abarcaban la mitad de su pantorrilla era su vestimenta más casual.
Sus cabellos negros que mantuvo siempre al margen de su reputación: naturales y ligeramente largos, que descendían por el costado de su rostro y cubrían parte de su frente en diagonal. Finamente acomodados por detrás de sus oídos y sin alcanzar el largo para cubrir por debajo de su ceño. Y ojos carmín, ciertamente falsos, el gusto que tenía por usar pupilentes de color rojo era una de las razones para ser criticado por otros, pues debajo se encontraban sus orbes de color marrón que retarían a cualquiera si consiguieran sacarlo de quicio aunque fuese mínimo.
HISTORIA.
Alex no tiene la típica historia trágica. Vivió en Nueva York por un aproximado de 10 años, en los que fue un total niño problema en las escuelas a las que asistía, creció básicamente con dos principios: Los débiles pagan las consecuencias de las malas decisiones de los fuertes. Si el mundo entero abandonaba una persona, él no lo haría. Por supuesto, era un niño, cientos de palizas le llovieron por defender a los menores de las calles, y su madre, quién pasaba horas trabajando solo llegaba a casa a preocuparse por la salud del pequeño azabache. Este era un alumno ejemplar, tratándose de materias, en conducta era totalmente contrario a lo que sus calificaciones representaban. Concluyó sus primeros años de escuela con calificaciones honorarias y varios moretones en el rostro que presumía con orgullo. La historia de este muchacho cambió totalmente cuando tuvo que presenciar la muerte de su madre años después. Tenía unos doce años cuando esto ocurrió, para entonces su noción del mundo y la realidad estaba apegada a la misma; lo último que recordó tras este acontecimiento fue la noche de navidad en que su madre escapó del trabajo para dejarle regalos bajo el árbol de navidad, haciéndose el dormido no pudo hacer más que presenciar las lágrimas de ésta cayendo una a una por su rostro bien marcado de ojeras y el cansancio abrupto.
Decidido a no recaer en la posición de su madre siguió su vida, sus principios, debía reestablecer por completo cada uno de ellos. Su único sueño se había desmoronado, aquél de crecer y brindarle un refugio a la dama que lo dio todo por él. Enardecido con la suerte, con la realidad y el destino se aventuró en busca del conocimiento. Metido en librería tras librería buscaría todos los secretos que se le habían denegado hasta este momento, la respuesta tras la muerte… Era un niño aún, no podía entender con claridad que las mentiras otorgadas por la iglesia no tenían fundamento. Y allí estaba, tirado en la casa colmada de libros, agotando lentamente sus recursos para el tesoro más grande que un hombre podía juntar, estanterías plagadas de estos. Probablemente estudiar sería la respuesta a todo, y lo hizo, continuó sus estudios sobrepasando a todos sus compañeros sin esfuerzo alguno. El fruto de esos pequeños detalles sobresalió cuando por fin se mostró su elevado ego, resultado de tantos “logros” vacíos.
Acabó pronto la preparatoria, adelantándose un par de años, y la universidad un pan comido, el uso de las tecnologías se le había hecho tan sencillo. Por lo que apenas siendo mayor de edad viajó en busca de su familia, su madre hablaba de un hombre que era su padre, pero se alejó de él por su trabajo, ¿cuán peligroso podía ser un hombre para causar ese miedo en una mujer que parecía haberlo probado todo? Allá iba, colmado de riquezas ajenas a él, todas y cada una de ellas sacadas de algún banco en el caribe o en Suiza. Y el varón cuyos ojos se adornaban con pupilentes rojos debido a la miopía que comenzó a sufrir por pasar tantas horas sin dormir pegado a una computadora y con decenas de libros a su alrededor. ¿Por qué el rojo? Le gustaba ser llamativo, esto era notorio con su atuendo tan formal. Y perfectamente se delataba su competitividad cuando alguna persona lograba algo antes que él, ponía todo su empeño para superarla y posicionarse sobre la misma con soberbia.
Cuán duro fue el golpe de encontrar a su familia conformada por dos hermanos, ambos albinos y la del mayor cuya arrogancia igualaba la suya o quizá la superaba con creces. Inmediatamente el ardido pecho del azabache halló a su rival eterno, Annatoly era su nombre. Informal, flojo, malhumorado pero con cualidad físicas que destacaban, pese a que Alex no se quedaba atrás en ese ámbito estaba muy por debajo. Esta fue la razón para que siguiendo los pasos del mayor entrar a la UFC como amateur, pero, su violencia e ira le coronaron demasiado rápido, alcanzando al albino en un abrir y cerrar de ojos. [El resto de la historia estará a discusión con Ann.]
Por otra parte se encontraba Aleshka, una albina completamente natural, de facultades físicas muy curiosas, ni voluminosas, ni imperceptibles. Y con ojos carmesí adornando la lechosa piel que le pertenecía. Alex sintió envidia, sin embargo, ella no tenía mucho por lo cual él debiera centrar su atención en sí.
Al fin descubriría la razón del temor de su madre, aquel susodicho que se hacía llamar su padre pertenecía a una mafia. Líder de la Familia Aleeksev. La sangre de él corría por sus venas, y esto le hacía hervir de emoción; puesto que demostró tener características similares a su hermano mayor en cuanto a la toma de decisiones presurosas y siempre altas en violencia fue rechazado para heredar el puesto.
Un engreído hijo de mafioso cuyo derecho a heredar la mafia fue denegado debido a su comportamiento tan egocéntrico y altanero. Rebosante de rabia por la decisión del viejo este formó su propia familia, el adinerado azabache no tenía nada que envidiar de la familia de su padre, pero, formar una alianza con el albino cuya situación precaria era idéntica a la suya podía ser una ventaja si el anciano quisiera declarar guerra en su contra.

[RP Spanish] [Rol en Español]
Alcohol, sexo, peleas clandestinas, bares. ¡Mujeres! Y por supuesto, alguna chubby.