No había forma en que pudiese ser humillado de esa manera. Sí. El potente, increíble Héroe número uno de la clase A, pensaba más en la traición que sucedía frente a sus ojos que en el dolor del impacto, que lo envió de vueltra contra el suelo violentamente. Había estado subestimando la fuerza de Mirko desde que la conoció. Y ahora la experimentó de la peor manera. Su cabeza sangraba. Su sumamente atractivo rostro, manchado en su propia sangre.

Se recuperó del daño en un parpadeo, su recuperación misteriosa es una de sus mejores cualidades. Su herida ya no estaba. Se levantó de entre los escombros, sosteniéndose en una rodilla.

— Si así son las cosas.. tendré que hacerme cargo de ambos. —

No estaba presumiendo. La situación había cambiado. Él.. había cambiado. Sus músculos se hicieron más grandes. Más venas se resaltaron en su cuerpo de Adonis. El suelo volvió a vibrar. La tensión en el aire se había vuelto fría. Pretende matarlos como a traidores.