-en su paseo matutino decidió por cambiar de camino encontrándose con una curiosa tienda de ropa donde un traje resaltaba sobre los demás. Como mujer se detuvo observando con interés esa ropa pero por desgracia el no porta dinero para comprar ropa y aunque es un demonio respeta mucho las reglas -
-Por el reflejo que ve en el reflejo la mirada roja furiosa de su amada que parece querer asesinarla. Quizás, ya no la quiere cerca porque ambas son mujeres, ahora. Le da la espalda al reflejo de la ventana para que no la vea llorando.-
Sólo queria estar contigo... No quise romper las reglas, yo no debería estar en el Infierno menos en el hotel... No he visto a los demás cachorros y sabes que Sebastián no es apegado a su madre.
-Le deja sobre la orilla de la ventana, su billetera que tiene tarjetas de credito con dinero que se usa en el dinero. Se voltea para retirarse del lugar y dejarla tranquila de una vez.-
-movió sus orejas sin voltear a mirar a la mujer. Pero el reflejo en el cristal se agrado imponente con sus ojos rojos furioso y aunque su voz sonaba calmada su reflejo parecía a punto de asesinar a la mujer -
¿Que haces fuera del hotel? Sabes las reglas y no puedes estar en el infierno si no es dentro del hotel.... Además, es necesario vigilar a los cachorros antes que sean robados como hicieron con Sebastián!
Yo puedo comprarte todo lo que tú quieras, mi querida Adonis. -La Amazona se acerca hacia su cierva, cómo es una princesa, dispone de mucho dinero aunque nunca se lo ha dicho a su amada.-
