-Deja sobre la mesa, el siguiente plato tallarines a la boloñesa y un postre de gelatina de piña con trozos, sigue guardando silencio.-

-comprende así que no insistirá, hace un ademán de quitarse el sombrero mientras reverencia a la dama -

Sabes que su madre no quiere que me acerque a ellas. Lamento arruinar tu único día con ellas.

-No quiere problemas. Su semblante se ve serio pero triste a la vez.-

Dejaré los demás platos que he preparado para que puedan disfrutarlos. Sé que les encantará.

¿que? No esperaras que las deje con la madre justo el único día donde puedo andar con mis Carnívoras

-con una cuchara come a un lado de ellas -

-Simplemente baja la vista parar a las hijas de su locutor que se han sumergido en la crema que preparó y se comen el líquido verde. Guardando silencio.-

-baja la mirada observando el curioso alimento, a punto de darle un bocado las pequeñas pirañas aparecen a darse un baño y de paso comer el líquido verde -

Jamás escaparía de tí aunque eso signifique ser tu alimento~

-Sirve sobre la mesa, esperando que su comensal lo disfrutará.-

Aquí tienes una crema de Calabacín, tiene queso y patatas. La hice yo misma, es muy nutritiva.

Si no es comida más te vale escapar, ya acabaron los 5 minutos de gracia

-Termina de curarlo pero aún no está listo. Otra luz pequeña sale de su anillo que se transforma en un pañuelo de tela color violeta, humedecido para limpiarle la sangre seca y dejar presentable a su asesino.-

Listo... Ya que has sido un chico tan bueno, vas a tener tu recompensa~

-como humano no va a protestar por la atención extra sobre su cuerpo -